Situación de corto plazo:
El alcance de la zona de resistencia de los 8.000 puntos ha frenado a corto el ímpetu comprador y desde ahí estamos asistiendo lo que por el momento consideramos una simple consolidación previa a una continuidad alcista que aún podría buscar la zona de resistencia de los 8.360 puntos antes de que haya un agotamiento comprador destacable. Que en el entorno de los 8.000 puntos exista cierto vértigo comprador es del todo normal y no debe sorprender a nadie, máxime cuando estamos hablando de una resistencia psicológica que además coincide con el origen de la última corrección relevante que nació en los máximos de junio.
La zona de los 8.360 puntos es la parte superior de un amplio hueco bajista que abrió meses atrás y también coincide con una antiguo soporte, ahora resistencia, como eran los mínimos del año 2018 y del 2019. Su alcance es el escenario que consideramos más probable salvo que a corto se cierre el hueco que se abrió el lunes al alza a partir de los 7.783 puntos. Solamente un cierre diario por debajo de este nivel y la cesión de los mínimos de la última consolidación en los 7.675 puntos nos advertiría del comienzo de una consolidación de parte de la última y fuerte subida que nació en los 6.330 puntos, que es la que deben esperar los que quieran comprar renta variable española.
Situación tendencial:
El alcance de la zona de mínimos de 2012 en torno a los 5.800-5.900 puntos ha logrado frenar la tendencia bajista que define el Ibex 35 (IBEX.MC) a lo largo de los últimos años. Desde este entorno de soporte valoramos seriamente la posibilidad de haber visto un suelo de largo plazo y que sea el punto de origen de una tendencia alcista en próximos años. No habrá ningún signo de debilidad en sus posibilidades de reconstrucción alcista, que tiene como primeros objetivos la vuelta a niveles pre Covid en los 10.100 puntos, mientras no pierda los mínimos de octubre de 2020 en los 6.330 puntos.