El rebote que vimos ayer en la cotización del Santander (SAN.MC) no fue capaz ni siquiera de superar los máximos que marcó el jueves y viernes pasado en los 1,903 euros, que es lo mínimo exigible de cara a poder favorecer un nuevo intento de rebote con ciertas garantías de consistencia.
En el chart adjunto pueden ver como a lo largo de los últimos meses la cotización del Santander se encuentra dentro de una figura triangular, que suelen ser patrones que en la mayoría de casos se resuelven a favor de la tendencia dominante anterior, en este caso claramente bajista. Por tanto, seguimos sin confiar en un rebote en el Santander a pesar de que su cotización haya alcanzado la zona de mínimos del año 2009 en torno a los 1,80 euros. Mucho nos tememos que antes de que veamos un suelo fiable en el banco su cotización podría buscar los mínimos del año 1998 y 2002 en torno a los 1,50 euros. Hasta ahí no recomendamos plantearnos comprar con una visión orientada a medio y largo plazo.