Las bolsas europeas se tiñen de rojo en el ecuador de sesión mostrando dificultades para sostener el rebote, lo que refuerza un escenario en el que las subidas estarían ya muy limitadas. Por el momento no se ha perdido ningún soporte destacable de corto plazo que ponga en jaque la continuidad del rebote, pero que no logren aprovechar la inercia alcista de Wall Street en la sesión de ayer ya es significativo y nos envía un mensaje de debilidad.