Las bolsas europeas siguen en modo pánico y ni siquiera la acción coordinada de los bancos centrales y las medidas extraordinarias aprobadas anoche han servido para parar la sangría. El desplome continúa destacando que el Ibex pone a prueba ya a los mínimos de 2012, desde donde podría aparecer cierto interés comprador, pero mucho nos tememos que aún no se dan las condiciones para plantear la posibilidad de que un suelo está próximo. Por debajo de los mínimos de 2012 ya no hay un soporte destacable hasta los mínimos de 2002, los 5.265 puntos. Hasta ahí todavía hay un margen de caída del 12%.