En los últimos tres años la energética alemana E.ON (EOAN.XE) trata de dar forma a un amplio escenario de reestructuración alcista y a un suelo sostenible que de lugar a un giro a su tendencia bajista de los años previos. La resistencia que ha venido frenando los ascensos en reiteradas ocasiones es el hueco bajista abierto en agosto de 2015 desde los 10,47 euros. Su superación junto con los máximos marcados en 2017, confirmaría su reestructuración alcista en gráfico sin ajuste de dividendos, que es ciertamente más exigente.