Con los mercados de la zona euro y Wall Street en todos los titulares en estas primeras sesiones del año, la renta variable británica parece haberse quedado en el olvido. Pero también en Reino Unido, empieza a ser momento de encontrar oportunidades atractivas.
Las turbulencias desatadas en China no sólo han convulsionado los mercados y las materias primas. Uno de los grandes damnificados de ese desplome ha sido sin duda el Ftse 100, por su alta ponderación al sector, lo que le llevó a despedir 2015 con pérdidas superiores al 6 por ciento. Por contra, el Fste 250, el índice que aglutina las empresas de pequeña y mediana capitalización, se anotó un 10,38 por ciento. Este universo de empresas no ha pasado desapercibido por los grandes gestores de cara a 2016. Entre ellos, Malcom McPartlin, codirector de renta variable de Kames Capital.