La bolsa tiene un mensaje claro cuando desafía la pauta habitual
?Vende en mayo y vete? (Sell in May and go away) es uno de los dichos más viejos de Wall Street, pero eso no significa que no haya sido un consejo valioso.
En los últimos 50 años, como media, el S&P 500 ha caído ligeramente entre finales de abril y septiembre. El otoño ha sido el momento de comprar, con una ganancia de la bolsa del 8% como media entre finales de septiembre y abril. Si tomamos cualquier período de 10 años en esos 50, el comportamiento medio mensual entre septiembre y abril ha sido mejor que en el período opuesto.
Esto nos habla de un comportamiento arraigado en los inversores, y este verano puede que no sea diferente. Los detonantes de una recaída incluyen la reciente subida de las demandas de subsidios de paro y, cómo no, Europa. También hay temores a que el efecto base de los datos económicos provoque que las cifras de otoño e invierno parezcan más fuertes y que parezcan más débiles en primavera y verano.
Además, las cotizaciones tienen una clara tendencia a reflejar la visión de los economistas. Poco después de que el S&P 500 tocara su suelo de 2011 en octubre, los economista encuestados por el Wall Street Journal consideraban que las probabilidades de que EEUU entrara en recesión se encontraban en un máximo de una entre tres.
Pero cuando la bolsa tiene un mensaje claro es cuando desafía la pauta habitual, es decir, cuando los inversores ignoran sus sesgos más arraigados. En cada una de las tres últimas recesiones, las bolsas cayeron entre septiembre y abril en vez de subir. Y al revés, cuando el mercado subió entre abril y septiembre de 2009, se estaba iniciando la recuperación.
Así que aunque el actual rally que comenzó en octubre puede ser una repetición de la historia, un rally estival podría ofrecer una verdadera señal de esperanza