Octubre de 2008. No olvide el contexto. Los mercados de crédito totalmente dañados por la caída de Lehman Brothers y la banca asediada por las pérdidas multimillonarias causadas por la reducción del valor de los activos. La Unión Europea aprueba entonces que las entidades financieras pueden mover emisiones de deuda de la cartera de negociación a la de inversión, no teniendo que valorarlas a precio de mercado. Y esa ha sido una de las claves de que los estrés test europeos hayan salido tan buenos.
Esa, al menos, es la opinión de los analistas de Citigroup, que creen que la foto de las entidades europeas ha salido tan buena, en parte, porque los bancos sólamente han tenido que depreciar los activos de deuda pública (y con unos criterios que para estos expertos en el caso de los países periféricos eran bastante laxos) que guardan en la cartera de trading y no en la bancaria, que es la de inversión.