Tras una semana como la que hemos vivido, hemos tenido que reducir la exposición a renta variable hasta el 15 por ciento y, ojo, porque podríamos seguir bajando. Con la pérdida de soportes al cierre semanal, hoy cerramos otras dos estrategias: Repsol y Basf.
Le advertíamos el viernes pasado, cuando despedíamos la semana sin saber si EEUU iba a aprobar un plan que le permitiera no caer en la bancarrota, que era probable que tuviéramos que volver a reducir el peso de la bolsa en la estrategia recomendada por Ecotrader. Lo hemos hecho.
Es verdad que desconocíamos cómo se iban a precipitar los acontecimientos, pero el resultado ha sido el mismo. No hay sido la posible bancarrota americana (el plan ha salido adelante) el que ha provocado otra semana terrible en el parqué, sino que la sospecha de que la economía norteamericana, lejos de recuperarse, puede entrar en otra etapa de contracción, ha ido ganando adeptos.
Más, después del malísimo dato de ISM manufacturero del lunes, que pone a EEUU al borde de una contracción económica y que pilló al mercado algo despistado, mirando más hacia la política que a otra cosa (hasta el martes el Senado americano no dio el visto bueno al plan para reducir el déficit en Estados Unidos).
Así que de un golpe, el mercado ha dejado de preguntarse si le van a bajar el rating a EEUU para comenzar a plantearse si merece la pena estar invertido en activos de riesgo ante la amenaza de una nueva contracción económica global. Y el pánico se ha dejado sentir.
Las ventas han sido indiscriminadas en Europa, con especial énfasis en el mercado de la zona euro que hasta ahora se había mantenido más fuerte: Alemania. Y con un castigo fortísimo a aquellos parqués en los que se percibe más riesgo, entre ellos España. Este movimiento a la baja ha venido acompañado por la caída de niveles de soporte muy importantes (el Ibex 35 ha despedido la semana por debajo de los 9.200 puntos, que era un nivel clave porque vira a bajista la tendencia en la bolsa española a medio plazo y abre la posibilidad de que podamos caer hacia los 7.700 puntos), acompañado de una cesión de niveles clave en Wall Street, como son los 1.250 puntos del S&P 500, nos ha obligado a reducir de manera significativa el peso de la bolsa.
Nos hemos quedado con una exposición del 15 por ciento a renta variable, prácticamente expuestos sólo a bolsa a través de Japón y emergentes, y barajando la posibilidad de incluso reducir más si el mercado continúa deteriorándose. Han caído las estrategias que teníamos en todos los valores españoles que nos quedaban, como eran BME, Acerinox, Telecinco e incluso Repsol el viernes al cierre. Y no creemos que si vemos un rebote en estas circunstancias, que puede producirse, sea el momento de intentar engancharlo. Más bien, de vender mejor.