Es ingrato tener un sistema de especulación que muestra sus auténticos puntos fuertes en medio del error general.
Saber vender es tan importante como saber comprar, y sin embargo la mayoría de los asesores y analistas se dedican casi exclusivamente a lo segundo. ¿Somos culpables por esforzarnos en ver aquello que la gran mayoría prefiere ignorar? Seguro que no.
Nortel Networks, y no por la banca rota necesariamente si se echa un vistazo al gráfico -pues se declara con el valor en la zona de 0,3 dólares viniendo desde las inmediaciones de los 900-, es otro de esos valores seguros a largo plazo que engrosará la lista no ya de los que se descapitalizan a millones de inversiones sin remedio a la vista -donde los ejemplos son la regla y no la excepción actualmente-, sino en la de los que descapitaliza sin ninguna clase de remedio.
Nortel, la mítica compañía tecnológica norteamericana, se une a los Lehman Brothers, Enron, MCI-Worldcom, FannieMae..., para hacer más grande la lista de valores que fueron defendidos por muchos con el tan usual como peligroso argumento de que en bolsa se gana a largo plazo.
Cuando un analista defiende un valor por sus supuestos sólidos fundamentos a largo plazo sin plantear una puerta de salida, una referencia a futuro que señale que su visión ha dejado de tener valor y por tanto hay que cerrar la posición, lo haga reputación de la compañía o por la convicción del consenso - que es en general algo más común que un análisis personal dado el increíble universo de compañías que están al alcance de los inversores -, nunca se plantea lo impensable. ¿Y si quiebra el valor?
Nortel, otrora paladín tecnológico y miembro distinguido del Nasdaq y de las recomendaciones tecnológicas a largos plazo, compañía que a principios del año 2000 rozó los 900 dólares por acción y a la que el mundo por consenso auguraba un papel activo en el futuro del mundo cuando no de la galaxia, se ha acogido al famoso capítulo 11. Ha quebrado, así que no esperen un análisis. Y es que las empresas, a diferencia de los sistemas económicos, nacen, crecen, mueren y desaparecen.