Después de la clara señal bajista que dio Iberdrola cuando perdió soportes de 9,20 euros consideramos que un escenario de vuelta a los mínimos anuales en la zona de los 7,50 euros es más probable que uno de reestructuración alcista.
Solamente se alejaría el riesgo de asistir a caídas hacia objetivos señalados si la presión compradora lograra imponerse y consiguiera llevar a la cotización por encima de resistencias que aparecen localizadas en los 9,85 euros. Esto es la última cresta visible en la tendencia bajista que define la eléctrica a lo largo de los últimos meses y no tendría mucho sentido que en un contexto de caídas esta resistencia fuera superada. En tal caso estaríamos más en un posible movimiento lateral de medio plazo que de giro bajista sostenible.
En plazos cortos la cotizaron de Iberdrola reacciona al alza pero entendemos que este rebote es altamente vulnerable y podría verse frenado en antiguos soportes y ahora resistencias de 9,20/40 euros.