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Quién seguirá dando golpes de crecimiento en el ring tecnológico

Maite López
22/06/2010 - 13:41
  • Apple, Microsoft, Cisco, Nokia o Google no se conforman con ser líderes en su sector y ahora compiten entre sí. Tienen que hallar la fórmula para multiplicar beneficios en el futuro

Hasta quien sostiene que en esta vida todo tiene un precio coincidirá en que en el mundo empresarial hay algo de valor incalculable: una buena idea. Algo tan simple como eso es lo que trae de cabeza a las mayores tecnológicas del mundo. Las ideas innovadoras escasean y los que en un tiempo fueron llamados valores de crecimiento puede que comiencen a estancarse si no se les ilumina de nuevo la bombilla.

De hecho, la falta de nuevas ideas está provocando que el mundo tecnológico se haya convertido ahora en un ring de boxeo en el que las compañías del sector luchan por liderar el mercado, mientras la única que por el momento está noqueando a las demás con fuerza, a golpe de novedades, es Apple. Sus productos diferenciales (el iPhone o el iPad son un ejemplo) la han llevado a superar incluso al gigante de Bill Gates, Microsoft, en lo que se refiere a valor bursátil.

Y mientras tanto, Google ya trabaja en un nuevo tablet para tratar de ganar terreno a la manzana más famosa de Wall Street, e incluso Research in Motion (RIM), la única compañía capaz de ganarle cuota de mercado en el territorio de los smartphones, a través de su Blackberry, trabaja también en un tablet y en otro móvil que pueda competir más de cerca con el iPhone de Apple. Está claro que no quieren perderle la pista a Steve Jobs. Pero también que no parecen capaces de dar pasos adelante sin seguir los huellas de lo que inventa Apple. Es decir, que buscan preservar su cuota de mercado en vez de intentar crecer innovando.

La era que viene

El hecho es que, en medio de esta guerra tecnológica y sin alternativas nuevas, el crecimiento que ofrecían este tipo de compañías históricamente ya no alcanza cifras tan elevadas como en el pasado. Y se prevé que la situación vaya a peor, ya que no se espera que en los próximos años alguno de estos gigantes pueda mantener el ritmo de crecimiento que ostentaba en años fructíferos, como lo fue 2005 para la compañía Microsoft (creció un 50 por ciento en beneficios), o la etapa de 2004 a 2006, en la que Google logró más que duplicar anualmente sus resultados.

Salvando los años más duros para el sector, los inmediatamente posteriores al estallido de la burbuja puntocom, el crecimiento anual medio que ha experimentado Google ha sido de un 319 por ciento. Sin embargo, la previsión de los analistas es que, hasta 2012, ese incremento se reduzca a un 20 por ciento. Algo similar le sucede a Research in Motion, quien, acostumbrada a crecer durante esos años de bonanza un 84 por ciento anualmente, de media, podría ofrecer al mercado un leve incremento anual en su cuenta de resultados hasta 2012 del 7 por ciento, según pronostican los analistas. De hecho, de las diez mayores tecnológicas mundiales por valor bursátil, los expertos esperan que tan sólo Apple y Google puedan sostener el ritmo de crecer a doble dígito hasta 2012. En el resto se espera que el incremento en su cuenta de resultados vaya a menos.

Y esto hace pensar que puede comenzar un nuevo rumbo para el sector. Los gigantes de la tecnología podrían plantearse, como en su día lo hizo Microsoft, paliar ese menor crecimiento que ofrecen al mercado, con un aliciente directo al accionista: la retribución, que hasta ahora no ha existido. Si la compañía que preside Bill Gates llegó a esa conclusión en 2004, cuando repartió un dividendo extraordinario de 3 dólares porque no sabía en qué invertir su caja, recientemente Cisco afirmaba que el dividendo entra en sus planes.

Y aunque entre las previsiones del consenso de firmas de inversión que siguen a estos grandes valores todavía nadie se ha atrevido a poner posibles cifras sobre la mesa, es una alternativa más que pueden estar sopesando aquéllas tecnológicas venidas a menos en crecimiento.

Es decir, el convertirse en valores de dividendo para conseguir mantener a sus accionistas. Independientemente del caso de Microsoft, que fue anecdótico, en España tenemos un ejemplo muy claro de ello: Telefónica. En los años de crecimiento de las telecomunicaciones, con el nacimiento del móvil, la empresa no repartía dividendo. Retomó esa costumbre hace unos ejercicios y ahora es una de sus principales armas a la hora de vender su proyecto. Pero, hasta que llegue ese cambio, por el momento, todas se están midiendo por la competencia entre ellas y ya existen algunas compañías en K. O. técnico.

Nokia, el patito feo

Es verdad que las norteamericanas se pelean entre ellas, pero todavía los analistas mantienen la confianza en sus títulos (las recomendaciones de compra son mayoritarias en todos los valores), algo que no ocurre con Nokia, que es un consejo de venta.

Los primeros síntomas de desconfianza con el fabricante de móviles vinieron de la mano de los bajistas, que esperaban agazapados un resbalón en las cuentas de la finlandesa en el primer trimestre. Así fue. Nokia, que acostumbra a presentar unas cuentas que difieren, con mucho, positiva o negativamente de las expectativas que maneja el mercado, lanzó unos resultados decepcionantes.

Su último tropiezo ha sido un profit warning (revisión a la baja de las propias estimaciones de beneficio de la compañía) con el que especulaba el mercado recientemente y que finalmente se cumplió la semana pasada.

La firma de inversión First Global afirmaba hace un par de meses sobre la compañía ?a Nokia le falta un taquillazo como el iPhone de Apple?. El mercado espera de ella que se vuelva competitiva en un mercado dominado por la Blackberry de RIM y el móvil de última generación de la manzana más famosa del mundo tecnológico. Y mientras eso no sucede, el valor pierde en bolsa ya un 19,17 por ciento en lo que va de año. De hecho, es la única de las grandes cuya recomendación de los expertos se acerca peligrosamente a una de venta.

Claro que, de cara al inversor, la supuesta ?ganadora? de este combate, Apple, cotiza más cara en bolsa que el resto de sus comparables, de media. El PER (veces que el beneficio se contiene en el precio de la acción) de la compañía se sitúa en las 20 veces, frente a las 15 veces en las que cotizan las 20 mayores tecnológicas de media. Algo que no ha impedido, no obstante, que Bolságora esta semana haya abierto una estrategia alcista sobre el valor. Apple es, además, uno de los valores presentes en el Detector de Tesoros, donde sus títulos acumulan una rentabilidad del 30 por ciento. Esta es una herramienta de elEconomista que trata de encontrar los títulos más atractivos fuera de la bolsa española.

En lo que a valoración se refiere, por ejemplo, Research in Motion, de la que sí se prevén crecimientos de doble dígito en los próximos dos años (también en el actual), es más atractiva por precio que Apple, ya que su PER se sitúa en las 11,13 veces y se guarda en la recámara los posibles avances que pueda mostrar, tanto en el tablet, como en el móvil de última generación en el que está trabajando.

Un sector en ¿reordenación?

Pero, además, de pelearse, el sector tecnológico, que es uno de esos pocos provilegiados que viven sin deuda (la mayoría de grandes compañías cuentan con una saludable y bien nutrida reserva de caja) también está pugnando por comerse los unos a los otros en el ring, cuando de lo que se trata es de encontrar el camino para que se les pueda considerar valores de crecimiento y no ?vacas lecheras?; es decir, empresas generadoras de mucha caja, pero sin proyectos.

Y ese es otro remedio. De hecho, si por algo han comenzado los expertos a mejorar su visión sobre HP es por la reciente compra (casi rescate) de Palm, quien en su día sorprendió al mercado con la aparición de la PDA. El potencial de Hewlett Packard tras esta adquisición es mayor, dado que podrá penetrar en el mercado de smarphones de la mano de una compañía que conoce bien el mercado y que contará con mayores recursos a partir de ahora. Este movimiento podría no ser aislado (es muy habitual, por ejemplo, en las farmacéuticas, que como generan mucho dinero compran empresas con patentes innovadoras).

Apple no esconde su intención de realizar adquisiciones (el mercado especuló con que su particular riña con Adobe podría tener detrás una intención de compra), y la realidad es que podría permitirse una operación del tamaño de Research in Motion o la propia Adobe sin necesidad de pasar por ventanilla bancaria con la caja que atesora. Junto con la retribución, comprar para crecer puede ser la otra vía por explotar que estén sopesando los gigantes tecnológicos.

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