Economía

Economía recorta en 100 millones los créditos al desarrollo para empresas

    El ministro de Economía, Pedro Solbes y el ministro de Industria, Miguel Sebastián.


    La reforma del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), que divide en tres este instrumento financiero, va a suponer un recorte de 50 millones de euros con respecto a 2008 en los créditos destinados a atender las necesidades de financiación de las empresas españolas en sus proyectos de internacionalización. Una rebaja sustancial que se eleva hasta 100 millones si se compara con las dotaciones disponibles en el año 2007.

    Ese año se inicia la separación entre el FAD para cooperación y el FAD para internacionalización, con evidente perjuicio para este último que ha ido viendo disminuir sus presupuestos a razón de 50 millones de euros anuales, hasta los 250 millones que se le asignarán en 2009.

    El Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD) se creó en 1976 como un instrumento de apoyo a la exportación de bienes de equipo españoles, en un contexto de crisis económica. Esta finalidad meramente comercial se vio parcialmente modificada por la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo que encomienda también al FAD financiar la ayuda al desarrollo.

    Reforma del Ejecutivo

    De esta modificación surge la actual reforma del Gobierno que, en realidad supone la desaparición práctica del FAD y su sustitución por tres nuevos instrumentos: El Fondo para la Promoción del Desarrollo (Fonprode), que se crea como instrumento puro de cooperación y gestionará el Ministerio de Asuntos Exteriores. El Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM) para apoyo a las empresas españolas en sus operaciones en el exterior y que seguirá en manos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio; y un fondo para la aportación a las instituciones financieras internacionales (IFI) y la gestión de la deuda externa.

    Este nuevo modelo consagra la división que ya se está produciendo de facto, desde 2007, y que ha incrementado en un 151% las dotaciones del FAD para cooperación, ha duplicado los recursos para las IFI y la deuda, y ha rebajado en un 31% (14,3% en 2008 y 16,7% en 2009) los presupuestos del FAD para internacionalización, que se limita a cerca del 10% de la dotación total del Fondo.

    Un aspecto positivo que se derivará de la entrada en vigor de la reforma es que acabará con las discusiones actuales sobre el reparto y el destino del dinero del FAD, ya que el nuevo FIEM dejará de ser catalogado como instrumento de cooperación y sólo computará como ayuda oficial al desarrollo las operaciones con cargo a este nuevo fondo que estén alineadas con las directrices de nuestra política de cooperación.

    Un aspecto destacable es también la prohibición, salvo autorización excepcional de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, de utilizar el FIEM para proyectos en los países pobres altamente endeudados, los incluidos en la llamada Iniciativa HIPC (por sus siglas en inglés).

    El objetivo de este veto es evitar el sobreendeudamiento y garantizar la sostenibilidad de la deuda en este grupo de más de 40 países, entre los que figuran Costa de Marfil, Etiopía, Honduras, Mauritania, Sudán, Vietnam o Yemen.

    Otra característica importante del FIEM será su compromiso en materia de Responsabilidad Social Corporativa, que obligará a los concesionarios de los fondos a cumplir las normas ambientales y de prevención de prácticas corruptas acordadas internacionalmente.