Economía/IPC.- (Ampl.) CEOE cree que el IPC de mayo es "una buena noticia" y prevé que se modere en los próximos meses
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El secretario general de CEOE, José María Lacasa, ha valorado como "buena noticia" la estabilización de la inflación en mayo con respecto al mes de abril, pues recordó que por primera vez en ocho meses la tasa intertrimestral se mantiene.
En declaraciones a los medios tras presentar el proyecto 'Línea Abierta' junto al secretario de Estado de Comercio Exterior, Alfredo Bonet, Lacasa también advirtió de que el IPC aún supone casi el doble de la media de la UE.
"Eso hay que corregirlo", subrayó. La inflación permaneció estable en mayo en relación al mes anterior (0,0%), en tanto que la tasa interanual cayó hasta el 3,5%, debido a la bajada de los carburantes y lubricantes y del viaje organizado, según el INE.
En un comunicado, la patronal añadió que es previsible que la inflación continúe su evolución descendente durante los próximos meses, salvo que se produzcan "sorpresas al alza" en los precios del petróleo.
Según CEOE, las previsiones para 2011 apuntan hacia una moderación de la inflación a lo largo del ejercicio, sobre todo en la segunda mitad del año, "cuando el efecto base de las subidas impositivas desaparezca y la tasa interanual del precio del petróleo se reduzca significativamente".
La patronal indicó que, sin considerar los productos energéticos ni los alimentos sin elaborar, la inflación registra valores más contenidos. No obstante, subraya que esta tasa todavía está muy influida por las subidas de impuestos indirectos e impuestos especiales llevadas a cabo el pasado ejercicio, por lo que estima que todavía puede considerarse "elevada" para la debilidad de la demanda interna y el esfuerzo de las industrias manufactureras por mantener los precios de venta "muy contenidos".
CEOE destacó también que el precio del petróleo todavía se mantiene en niveles elevados, lo que continuará presionando al alza sobre la inflación. En opinión de la Confederación Empresarial, este hecho "no resulta nada favorable para la recuperación de la economía española", ya que incrementa el déficit comercial, reduce la capacidad de compra de las familias y encarece los costes de las empresas.