Dinero negro en el fútbol: el oscuro mundo de las primas a terceros
Contra lo que pueda parecer por la naturalidad con la que dirigentes, entrenadores y futbolistas hablan de los famosos maletines o las también llamadas primas a terceros en esta época de la temporada, todo esto es ilegal. O, dicho directamente, estamos hablando de un dinero negro tan opaco como el que se persigue insistentemente en el sector inmobiliario. Porque las primas no son más que ingresos que escapan de cualquier control por parte de Hacienda.
Sanciones
Los estatutos de la Federación Española de Fútbol, lo que podríamos denominar como las leyes del fútbol, contemplan en el punto primero de su artículo 103 que "los que intervengan en acuerdos conducentes a la obtención de un resultado irregular en un encuentro (...) serán sancionados como autores de una infracción muy grave".
Esto significa que, si el Comité de Competición probara que algún club ha estado implicado en un apaño de esta naturaleza, se le restarían tres puntos en la clasificación, se inhabilitaría por un periodo de entre dos y cinco años a los dirigentes o jugadores implicados y se impondría una sanción económica que oscilaría entre los 3.005,6 euros y los 30.050,61.
Pero visto lo visto y oyéndose lo que se oye estos días, nada de esto parece asustar a los clubes, que temporada tras temporada reinciden en estas prácticas sin que nadie, al menos aparentemente, tome cartas en el asunto.
Descontrol total
Los jugadores que han admitido públicamente haber recibido un premio económico por parte de un club que no es el suyo por vencer en un partido importante se cuentan por decenas e incluso hay dirigentes que han admitido que pagarían primas a terceros si con ello contribuyeran a la consecución de sus objetivos deportivos. ¿Por qué no se actúa?
Desde la Federación Española de Fútbol se niega la mayor. No hay inacción. "El Comité de Competición ha actuado siempre que ha habido una denuncia o indicios claros de pagos de primas a terceros, lo que ocurre es que nunca se ha podido demostrar", explican fuentes federativas.
El expediente más conocido se abrió en el verano de 1992. El Real Madrid acababa de perder la Liga en el último partido ante un Tenerife que no se jugaba nada... excepto un buen puñado de millones de las antiguas pesetas. Todo el mundo del fútbol aceptó implícitamente que el Barcelona había pagado una cantidad a cada jugador del Tenerife por ganar ese partido, pero, a diferencia de otras veces, en esta ocasión hubo futbolistas que lo reconocieron públicamente.
Falta de pruebas
La investigacion abierta por la Federación propuso sanciones para los que lo contaron, pero luego los tribunales deportivos desestimaron el expediente sancionador por falta de pruebas.
"Es muy difícil demostrar la existencia de estos pagos. Se producen bajo cuerda y son imposibles de detectar en una investigación ordinaria", se justifica la Federación, que jamás ha podido imponer una sanción por el cobro irregular de una prima a terceros.
Con sólo tres jueces en nómina parece complicado que el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol pueda realizar una investigación en condiciones. En la mayoría de los casos se limitan a tomar testimonio a los implicados e incluirlos en el expediente. Nada de fiscalizar las cuentas de los clubes o de los jugadores...