El dirigente de Unió critica a Aznar por "derrochar capital político" en críticas "erróneas e injustas""Nos estamos cargando las clases medias". Con esta contundencia resumió el portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran i Lleida, las negativas consecuencias que está teniendo la política económica del Gobierno de Mariano Rajoy, y por extensión de la Unión Europea. Y a juicio del político catalán, para poner freno a ese proceso de destrucción hay que empezar por una "reforma fiscal integral de una vez por todas". Duran i Lleida, durante su intervención en El Ágora organizado por elEconomista y Ernst & Young, no entró en detalles sobre hasta dónde debe extenderse ese revulsivo del sistema tributario español. Con todo, sí dejó claro que lo que se ha hecho hasta ahora no constituye más que "parches" que no ponen freno a la pérdida de calidad de vida para la mayoría de los ciudadanos españoles. Las palabras del líder nacionalista sonaron semejantes a las proferidas, esta misma semana, por el expresidente del Gobierno José María Aznar, quien alzó la voz en una entrevista televisiva reclamando al actual Ejecutivo que cumpla su programa electoral y que baje los impuestos cuanto antes. No obstante, Duran i Lleida se afanó en marcar distancias con respecto a Aznar; no en vano, consideró que los juicios de este último habían resultado, además de un "derroche de capitales políticos" de los que España no anda sobrada, "un error, y una injusticia", en la medida en que "no son buenos para él, ni para el PP, ni para España". Oposición constructiva El portavoz de CiU aseguró que donde se siente cómodo es en el ejercicio de una "oposición constructiva" con respecto a un Gobierno "que ejerce sus funciones y no precisamente con pocos problemas". Frente a lo complejo de esa situación el posible regreso de Aznar a la política no le quita el sueño al líder de Unió: "Ha llegado a decir hasta que le gustaría presidir la Tercera República. Es asunto solamente suyo lo que acabe haciendo". Duran i Lleida reclamó que la misma valentía que requiere una reforma profunda del sistema tributario se aplique también en materia laboral. Por ello, abogó por "un plan de choque en favor del empleo", cuyo punto de partida es tomar conciencia de un hecho: "Hay que gastar dinero para que se puedan generar puestos de trabajo". Hay que ir más allá, por tanto, de la reforma laboral vigente desde hace más de un año, puesto que "ofrecer facilidades para llevar a cabo contrataciones es una condición necesaria, pero no suficiente". El protagonista del último Ágora, no obstante, anduvo lejos de ensañarse con la citada reforma. Pese a que no ha servido para crear puestos de trabajo, la renovación del mercado de trabajo que impulsó la ministra Fátima Báñez sí que ha tenido efectos como permitir "que muchas empresas hayan podido sobrevivir y continuar con sus proyectos". Pero lo que ahora toca es llegar más lejos. En otras palabras, merece la pena en mayor medida liberar recursos para poner en marcha estímulos que usarlos para pagar prestaciones por desempleo. "Hay que apostar por la economía productiva y no por la propia del subsidio", explicó el político catalán. Ahora bien, no hay que perder de vista que la economía no se reactiva por decreto ("no existe manera de generar crecimiento a través del Boletín Oficial del Estado"), y que los verdaderos protagonistas siguen siendo las empresas, en especial las pequeñas y medianas. Echar mano del Frob Para las pymes, precisamente, existe ya un recurso que puede ayudarlas a salir de su ahogo, de acuerdo con Duran i Lleida. Se trata de "aprovechar el recurso a la banca pública que se ha constituido alrededor del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob)". Así, a través de las entidades que han pasado a formar parte del Frob, sería posible ofrecer microcréditos y otros recursos semejantes, "que van más allá de lo que está al alcance de otros organismos, incluido el Instituto de Crédito Oficial (ICO)", explicó el portavoz catalanista en el Congreso. Mientras todas esas medidas toman forma, Duran i Lleida instó a no perder de vista el crecimiento de la impaciencia y del descontento entre los ciudadanos ante fenómenos como, por ejemplo, los desahucios. Una respuesta adecuada pasa, a su juicio, por extender cuanto antes a las familias la ley de procedimientos concursales. Esta norma, de momento, solamente rige para las empresas y permite a éstas un mayor margen, en cuanto a tiempos y capacidad de acción, para hacer frente a las deudas pendientes con sus acreedores.