El Ministerio de Empleo también tendrá rostro de mujer. El nombramiento de Magdalena Valerio (Torremocha, 1959) es toda una declaración de intenciones de cuál será una de las prioridades del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez: las pensiones. Valerio ocupaba hasta ahora la Secretaría Ejecutiva de la Seguridad Social y el Pacto de Toledo de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE y fue en ella en quien confió Manuel Escudero, el gurú económico de Sánchez, para elaborar su propuesta de pensiones, con la que lideró la oposición al Gobierno para conseguir indexar las prestaciones con el IPC. En ese documento se planteaba financiar parte de la subida de la pensiones con un impuesto a la banca y a las transacciones financieras. Habrá que ver si ahora Valerio decide retomar ese tributo o si desarrolla el impuesto tecnológico planteado por el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Pero lo que es seguro es que deberá ocupar muchas de sus horas al frente del Ministerio en este asunto, ya que su gran desafío será gestionar el enorme déficit de la Seguridad Social, de 18.800 millones de euros, y hacerlo compatible con ligar las pensiones al IPC. Valerio vive entre Guadalajara, donde es funcionaria y trabaja como secretaria general de la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla-La Mancha, y Madrid, donde lleva meses realizando lo que ella llama su "voluntariado político" en Ferraz. Fiel a Pedro Sánchez desde 2011, forma parte del núcleo duro del dirigente socialista y fue una de las personas más cercanas al ahora presidente del Gobierno cuando inició su pugna con Susana Díaz para recuperar la Secretaría General del partido. En 2011 fue diputada del Congreso por Guadalaja. Antes, fue consejera de Empleo del Gobierno castellano-manchego de José María Barreda, y llegó a ocupar tres carteras. Entre 2005 y 2007 fue consejera de Trabajo y Empleo; ese año llegó a Turismo y Artesanía hasta 2008, cuando pasó a encargarse de Administraciones Públicas y Justicia, cargo que dejó para ser diputada en el Congreso por Guadalajara. Madre de dos hijos, licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, y trabajadora incansable, solo paró cuando no tuvo más remedio. En 2014 se "cruzó en su vidad" un cáncer de mama, como ella misma cuenta, del que se recuperó totalmente. Durante estos meses de fuerte movilización política y social con las pensiones, ha trabajado mano a mano con su amiga y compañera, la diputada socialista del Pacto de Toledo, Mercé Perea, hasta el punto de compartir muchas noches de trabajo en el número 70 de Ferraz. Valerio, respetada incluso por gente del Partido Popular, tiene un perfil técnico y moderado que será de gran valor en las negociaciones que se avecinan. Entre las incógnitas, ver hasta dónde podrá llegar con la derogación de la reforma laboral de 2012.