La cabeza de lista por Lleida de la CUP, Mirea Boya, se unió ayer a las acusaciones que la secretaria general de ERC, Marta Rovira, vertió sobre el Gobierno el viernes, al asegurar que el Estado amenazó a la Generalitat con "violencia extrema con muertos en las calles". Boya, por su parte, dio validez a esas declaraciones al decir que también se les trasladó "esta inquietud". La cupaire aseguró que su formación fue advertida de que se les "podía acusar de algún atentado con muertos en la calle" que pudiera ocurrir en Cataluña. Y continuó diciendo que se les comunicó que podía ser considerada "violencia de falsa bandera ligada al movimiento independentista". Boya respondió cuestionando cuál será la reacción del Gobierno si el 21-D se impone el independentismo. El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, coincidió con ella al defender a Rovira y acometer contra el bloque constitucionalista. Lamentó que se siga hablando de la frase de su compañera de partido, pero "poco de lo que oímos antes del 1 de octubre", en referencia a la comparación del portavoz del PP, Pablo Casado, entre Carles Puigdemont y Lluís Companys.