Compitiendo por consumir menos: ¿cuánto se puede ahorrar con una conducción eficiente?
Jose J. Rodríguez Hevia
Carreras hay de muchos tipos, pero quizás las menos conocidas sean las de conducción eficiente. Ecomotor participa en el ALD Ecomotion Tour para comprobar de primera mano cómo es posible rebajar los consumos de nuestro coche por debajo incluso de las generalmente optimistas cifras declaradas por los fabricantes.
El Ecomotion Tour que organiza la compañía de renting y gestión de flotas ALD Automotive representa una de las competiciones de conducción eficiente más destacadas del calendario en España. En su octava edición, celebrada entre los días 28 y 29 de mayo, se dieron cita 23 vehículos de 18 marcas, todo un récord en la trayectoria de este evento. El objetivo, ser el equipo que más logra rebajar el consumo de carburante con respecto al declarado en la ficha del fabricante.
En cada coche participa un equipo compuesto por un representante de la marca y un periodista especializado en información de motor. En este caso, a Ecomotor le tocó competir con un C4 Cactus en un tándem formado por el periodista de elEconomista y Gerardo Vangioni, responsable de grandes cuentas a nivel de posventa para el grupo PSA Peugeot Citroën, en representación de la firma del chevron.
Dividido en dos etapas de un total de más de 500 kilómetros, el rally comenzó el jueves 28, a eso de las 16:00 horas, en la plaza de toros de Las Rozas, de donde partía la expedición rumbo al parador de Almagro, en la provincia de Ciudad Real, meta de la primera etapa. La vuelta a Madrid, por un recorrido más exigente que el de la ida, se produjo en la mañana del viernes, hasta llegar al municipio de Villaviciosa de Odón.
A bordo del Mejor Compacto 2015
Por el camino, saboreamos cada kilómetro al volante del Mejor Coche Compacto en los Premios Ecomotor 2015: el C4 Cactus sorprende por fuera con su revolucionaria estética a base de airbumps, pero también por dentro. Llama especialmente la atención la notable amplitud en las plazas delanteras, que se ve aún más acentuada por la presencia del techo solar que lleva instalado nuestra unidad y, sobre todo, por uno de los grandes ingenios de Citroën dispuestos en este modelo: el airbag del copiloto está aquí instalado en el techo, lo que deja espacio para una guantera de mayor capacidad que, a diferencia de las convencionales, se abre hacia arriba y no hacia las piernas del pasajero, dejando un espacio extra para el acomodo de este. Todo ello, sin duda, hizo el viaje más confortable al copiloto, cuando tocaba descansar con el compañero al volante.
Bajo el capó, nuestro C4 Cactus alberga el motor 1.2 PureTech de 110 caballos, más que suficientes para el uso que le damos: para tratar de rebajar el consumo (4,7 l/100 km, según la ficha) es preciso no dar fuertes acelerones o frenazos, no alcanzar velocidades demasiado altas... Su cambio manual de cinco relaciones, además, nos ofrece unas marchas muy cortas, lo que nos permite llegar antes a las superiores, que -ya se sabe- consumen menos, ayudándonos así a lograr un menor gasto incluso en las fases del trayecto en poblado.
Sin aire acondicionado y con mucha paciencia
¿Cómo hacemos para tratar de cumplir el objetivo de reducir al máximo posible el consumo? Las principales claves son una conducción suave, sin maniobras bruscas al acelerar o frenar, circular a marchas lo más altas posibles y a una velocidad contenida (a partir de 90 km/h, el consumo se eleva el doble de lo que sube la velocidad), aprovechar las inercias en las bajadas y sobre todo... ¡Cerrar el aire acondicionado y las ventanillas! Cualquiera entenderá que, circulando bajo el sol manchego en la frontera de mayo con junio, con temperaturas de hasta 30 grados, este era el reto más difícil, pero resultaba fundamental, pues de no hacerlo puede llegar a elevar el consumo hasta un 20%.
Además, en nuestra misión nos ayuda, casi decisivamente, el regulador de velocidad del control de crucero del C4 Cactus. Una vez pasamos de los 40 km/h, este sistema nos permite ir subiendo o bajando la velocidad del vehículo con solo pulsar un botón, lo cual, si se hace de forma progresiva, acelerando o decelerando poco a poco, contribuye significativamente a esa conducción eficiente que debe caracterizarse por la suavidad en sus maniobras. Al final, durante los tramos por carretera y autovía con poco tráfico, uno llega casi olvidarse de que tiene los pies disponibles para pisar los pedales, pero llega a conseguir promedios muy por debajo de los 4 litros a los cien.
Ahorro de hasta un 17,65% de carburante
Al acabar la prueba, tras el pertinente repostaje al final del recorrido para comprobar el gasto real, promediamos un consumo de 4,3 litros a los cien, logrando una rebaja de apenas un 6,4% respecto a los 4,7 litros declarados por el fabricante en ciclo mixto. Este discreto registro, sumado además a las penalizaciones que la organización imponía por tiempos y kilómetros hechos de más, dinamitó cualquier posibilidad de obtener premio al terminar la competición.
El vencedor fue el equipo formado por el representante de Ford y el compañero Javier Llorente de Altagama a bordo del nuevo Mondeo diésel, que se impuso con claridad al no recibir penalización alguna y registrar una meritoria reducción del 17,65% respecto a los 4,4 litros a los cien declarados por el fabricante del óvalo.
En cualquier caso, al final de la competición todos coincidimos en quedarnos con lo enriquecedor de experiencia y con la necesidad de despertar la conciencia del resto de conductores para comprobar que, por muy optimistas que sean las cifras de consumo declaradas por el fabricante, siempre se podrá ahorrar practicando una conducción eficiente, responsable y segura.