Motor
La DGT explica qué es el pasajero bala y por qué es tan peligroso para el conductor
- La DGT comenzó una campaña de concienciación del uso del cinturón
- Un elemento de seguridad que deben utilizar todos los pasajeros
- Sobre todo es importante evitar el denominado 'pasajero bala'
elEconomista.es
Madrid,
La Dirección General de Tráfico (DGT) comenzó esta semana la campaña "Átate a la vida", pensada para concienciar sobre el uso del cinturón. Así, ha explicado a través de su perfil de Twitter la importancia de que todos los pasajeros lo usen, haciendo referencia al denominado 'pasajero bala': "El que sale despedido e impacta contra otros ocupantes del vehículo por no llevar puesto el #cinturón. Un peligro para sí mismo y para los demás", cuenta el ente a través de la red social.
La DGT ha informado que en el año 2020 crecieron los fallecidos que no llevaban cinturón en el momento del accidente, pasando del 22% en 2019 al 26% en 2020. Además, los muertos que lo usaban el cinturón crecieron hasta un 36% durante el primer estado de alarma (15 de marzo al 20 de junio) en el que de las 58 personas fallecidas, 21 no llevaban puesto el cinturón.
También, Tráfico ha querido recordado que el cinturón es imprescindible también en los asientos traseros ya que en caso de impacto frontal, por ejemplo, la probabilidad de que un ocupante de esos asientos golpee mortalmente a otro pasajero de delante puede ser hasta 8 veces mayor. Este es el conocido como pasajero bala. Además, cabe recordar que, más allá del cinturón, los pasajeros de la parte de atrás del coche no tienen airbag.
"Sin cinturón de seguridad, a 80 km/h los pasajeros de atrás no tienen ninguna forma de sujetarse y son proyectados con los de delante con una fuerza equivalente al golpe de una bola de 1.200 kg a 10 km/h, lo que podría matar o lesionar gravemente a los ocupantes de los asientos delanteros", ha añadido.
Según los valores medios del periodo 2017-2019, aportados por la DGT, el 25% de los fallecidos en turismos no usaba el cinturón en carretera, pero este porcentaje crece hasta el 31% en el caso de los fallecidos que eran pasajeros de los asientos traseros.