Motor
Diez autonomías impulsan proyectos para abrir plantas de baterías eléctricas
- Territorios como Aragón, Galicia y Extremadura recelan de la inversión anunciada en Cataluña
- Maroto asegura a Lambán que "no hay una decisión tomada" sobre la ubicación de la factoría
Ankor Tejero
El anuncio de la implantación de la primera planta de baterías para vehículos eléctricos, que se situará cerca de la factoría que Seat tiene en Martorell, no ha sentado bien a algunas comunidades autónomas.
De hecho, las más reacias a este anuncio han sido las gobernadas por barones o regidores socialistas, como Extremadura, Aragón y la Comunidad Valenciana. Según anunció la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, la semana pasada, se trata de un consorcio público-privado que formará parte del primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) que tiene como objetivo la transición hacia el vehículo eléctrico y conectado.
Lo que en sí debería ser una noticia positiva para el sector de la automoción ha provocado un aluvión de quejas por parte de las distintas comunidades autónomas que tienen en sus territorios diversos proyectos o materias primas para situar una planta de baterías.
El primero en hacerlo fue el alcalde socialista de Cáceres, Luis Salaya, quien advirtió que esta fábrica de baterías no se nutrirá de litio extraído de minas extremeñas porque "no" se permitirá que se "condicione y sacrifique el futuro de una ciudad extremeña, nuevamente, por el desarrollo industrial de otras zonas del país".
Y es que en la comunidad extremeña destacan la propuesta de explotación de extracción de litio presentada por la empresa australiana Infinity Lithium para explotación a gran escala del segundo mayor yacimiento europeo de litio en el yacimiento de San José, y la empresa Phi4tech, que tiene previsto levantar en Badajoz una fábrica de baterías con 10 GWh de producción anual, que tendría capacidad suficiente para suministrar a las plantas de producción baterías a más de 160.000 vehículos.
Además, Extremadura forma parte del proyecto Battchain, un consorcio formado por Fagor Ederlan, Ingeteam, Extremadura Mining, el Ente Vasco de la Energía, Sodena y otras empresas españolas. Este proyecto, liderado por EIT InnoEnergy, la gestora de la Alianza Europea de Baterías, busca invertir 1.200 millones de euros para desarrollar este ecosistema. En dicho proyecto también participan territorios como Andalucía, Euskadi y Navarra y de él se beneficiarán otras regiones que ya cuentan con plantas de fabricación de automóviles.
En el caso de Galicia, el vicepresidente segundo de la Xunta y consejero de Economía, Francisco Conde, pidió al Gobierno que rectifique su decisión de ubicar en Martorell la fábrica de baterías y que permita a las comunidades competir en igualdad de condiciones. "Tenemos diez comunidades autónomas en España que tienen fabricantes y por lo tanto podrían y podemos estar en condiciones de optar a un proyecto de estas características", añadió Conde.
Aragón, Valencia y Cantabria
Por otro lado, el presidente de Aragón, Javier Lambán, reconoció que le sorprendió "desagradablemente" la noticia de una posible ubicación en Cataluña. Ante esta situación, el barón socialista aseguró que la ministra Reyes Maroto le llamó para aclararle que "no había una decisión tomada con respecto al lugar definitivo".
La comunidad mostró en 2019 una propuesta a los representantes de la asociación china EV100, con el objetivo de albergar una fábrica de baterías. Además, Lamban anunció en noviembre del año pasado que la planta que Stellantis tiene en Figueruelas (Zaragoza) opta a los fondos europeos de reconstrucción con un proyecto tractor de 230 millones de euros.
De otra parte, la vicepresidenta de la Comunidad Valenciana, Mónica Oltra, reconoció en una entrevista en À Punt que van "a trabajar para tener un trato igual y en la defensa y en la complementariedad y compatibilidad de los distintos proyectos". En la región, un consorcio de 23 empresas, entre ellas Iberdrola, Ford y Power Electronics, junto con el Gobierno valenciano, presentó en febrero un plan para crear una gigafactoría de baterías de ion litio en Valencia y optar a los fondos de recuperación.
Por último, IDEC Group mostró en septiembre de 2020 su intención por el futuro polígono del Llano de La Pasiega, en Piélagos (Cantabria), para la posible ubicación de una fábrica de baterías eléctricas.
La Alianza Europea de Baterías pide abordar el resto de desafíos
La Alianza Europea de Baterías pidió la semana pasada abordar el resto de desafíos para desarrollar una cadena de valor competitiva, sostenible y resistente en Europa. El primero de ellos se refiere al suministro nacional de materias primas y activos para baterías. Según la Alianza, las distintas iniciativas en la actualidad solo satisfarán parcialmente las necesidades del ecosistema de baterías para 2025, por lo que se necesitan más acciones. Por otro lado, también es importante acelerar las capacidades de reciclaje de baterías para satisfacer los crecientes volúmenes de baterías de desecho en el mercado. Por último, la Alianza recordó que hay que abordar la brecha de habilidades, ya que Europa necesitará 800.000 trabajadores cualificados para operar en esta nueva industria para 2025. Según este organismo, desde que estalló la pandemia las ventas de vehículos eléctricos alcanzaron una cuota de mercado del 10,5%, al tiempo que estimó una demanda de entre siete y ocho millones de unidades para 2025.