Ecoaula

Los verdaderos actores del cambio están en las aulas

  • Son muchos los docentes que entienden que la educación en medioambiente es una necesidad


327 especies de animales y plantas verán su futuro amenazado por los incendios que, aún hoy, están asolando Australia, un país que no podrá recuperar toda la biodiversidad con la que contaba hasta hace solo unos días. El cambio climático (que no conoce de fronteras) ha llegado de la forma más devastadora al continente oceánico y Australia, desgraciadamente, no volverá a ser el país que fue. Y no tenemos que irnos tan lejos para ver una nueva catástrofe ambiental: las lluvias torrenciales del temporal Gloria han engullido, literalmente, buena parte del Delta del Ebro.

Hemos hecho muchas cosas mal. Todos nosotros, con nuestras acciones irresponsables, hemos llevado al planeta a una situación límite que, ahora vemos, conlleva enormes consecuencias. Todos ellos, errores del pasado que no podemos (ni debemos) volver a cometer, nos tienen que hacer plantearnos cómo podemos actuar para intentar revertir los efectos derivados del cambio climático. Y eso es algo que, afortunadamente, cada vez hacen y, también reclaman, más voces.

Pero de nada serviría que existieran esos reclamos si no hubiera quien los escuchara y, sobre todo, quien los llevara a la práctica. Porque los cambios, al fin y al cabo, solo se materializan actuando. Y precisamente por eso, este domingo, Día Mundial de la Educación Ambiental, los protagonistas son los profesores: ellos son los auténticos agentes del cambio, quienes no se han limitado a asistir a los efectos producidos por el cambio climático, sino que se han puesto manos a la obra para poder, con su labor diaria, contribuir a revertirlos.

Cada vez son más los docentes que entienden que la educación en medioambiente debe ser vista como una necesidad y, como tal, trabajan por trasladar a los más pequeños la importancia de proteger y querer nuestro entorno. Todos estos profesores y profesoras que, convencida estoy, han visto con gran impotencia cómo ardía Australia o el Amazonas o cómo miles de peces aparecían muertos en las playas del Mar Menor, han dicho 'basta' y, libro en mano, han llevado a sus aulas una mirada ambiental para que sus alumnos sean conscientes de que cada uno de nuestros actos y decisiones tiene una consecuencia directa en el medio que nos rodea.

Con esta misma filosofía, la de inculcar el amor al medioambiente a los niños, queremos aportar nuestro granito de arena desde Ecoembes, donde entendimos que debíamos dar un paso más, acercando no solo el reciclaje, también la educación ambiental a las generaciones del futuro porque, así lo creemos, el mundo nos está reclamando que hagamos todo lo que podamos por él. Así es como nació Naturaliza, un proyecto que lleva a las aulas un aprendizaje ambiental activo a través de un amplio programa de contenidos y salidas a distintos entornos. Y, aquí, el docente es nuestro gran aliado. Tanto es así que, gracias a la labor de cerca de 1.000 profesores y profesoras de toda España que ya forman parte de Naturaliza, más de 40.000 niños están aprendiendo, por ejemplo, el efecto que tendría sobre el equilibrio ecológico la desaparición de las abejas o cómo lo que hacemos aquí puede impactar a miles de kilómetros.

Las ganas de cambiar el mundo de cada uno de esos profesores nos da esperanza y, a la vez, nos impulsa para seguir trabajando en ello. Por eso, en esta fecha tan señalada, quiero dar las gracias a todos estos docentes que cada día llevan el medioambiente a las aulas, que forman alumnos comprometidos y que sueñan con que nuestro planeta tenga el futuro que se merece. Nuestros hijos necesitan referentes y, sin duda, no se me ocurre ninguno mejor que ellos. Sigamos trabajando por dar a la educación ambiental la importancia que le corresponde.

Elaborado por Nieves Rey, directora de Comunicación y Marketing de Ecoembes