Divisas

El euro cede terreno frente al dólar por tercer día consecutivo



    El euro vuelve a presentar números rojos frente al dólar por tercera jornada consecutiva. Esta vez, lo hace presionado por los temores sobre la estabilidad fiscal de Grecia, después de que la agencia Fitch recortara la calificación de la deuda del país.

    El dato que mostró que la producción industrial alemana (cayó inesperadamente un 1,8% en octubre) también le puso las cosas difíciles a la moneda única, al tiempo que la persistencia de los temores por los problemas en la deuda de Dubai impulsó a los inversores hacia la seguridad de la moneda estadounidense.

    El "euro ha estado bajo presión por el recorte de Fitch a la calificación griega y la decisión de S&P de poner a Grecia y Portugal en revisión con perspectiva negativa", señaló Camilla Sutton, estratega de divisas con Scotia Capital en Toronto, en una nota a sus clientes.

    Al inicio de las operaciones en Nueva York, el euro llegó a caer un 0,5% a 1,4746 dólares, mientras que el índice dólar, que mide la evolución de la moneda frente a una cesta de seis divisas, subió un 0,1%, a 75,859.

    Se reactiva el miedo a Dubai

    Los temores relacionados con la deuda de Dubai crecieron después de que la agencia Moody's redujera la calificación de seis aseguradoras ligadas al emirato, tras concluir que no se entregaría apoyo gubernamental "considerable" a las firmas como DP World o Emaar Properties.

    Pese a todo, el dólar se mantiene débil frente al yen, y ha llegado a retroceder un 1,4%, a 88,18 unidades, después de que el lunes el presidente de la Reserva Federal estadounidense, Ben Bernanke, frenara la especulación respecto a un alza anticipada en los tipos de interés.

    Estados Unidos abrió la veda

    Bernanke dijo que la economía estadounidense aún enfrenta vientos en contra y que el desempleo podría permanecer alto por un tiempo, lo que redujo el impacto de un dato de parados mejor de lo esperado el pasado viernes.

    Precisamente fue ese dato el que relanzó las expectativas de que la Fed pueda comenzar a normalizar su política monetaria antes de lo esperado, lo que provocó una ola de compras de dólares que parece haber quedado atrás.