Guerra de la industria contra la obesidad
Conscientes de que en la actual época de recesión no hay margen de error ni opciones para dejar cabos sueltos, cada vez son más las empresas que deciden luchar contra la obesidad de sus empleados; un mal que según expertos en nutrición y recursos humanos impacta en la productividad laboral, al provocar absentismo y bajo rendimiento.
En España, donde el 62 por ciento de la población padece sobrepeso, amén de ser el país europeo con mayor número de obesos, esa lucha se antoja más que nunca necesaria, ahora que la estrechez económica está derivando en un mayor consumo de platos precocinados y alimentos ricos en grasas, que suelen ser más baratos, en detrimento de alimentos frescos, frutas y verduras, cuyo precio es mayor.
Si a esto se suma que en nuestro país cerca de 11 millones de personas comen a diario fuera de casa, lo que dificulta cumplir a rajatabla una dieta equilibrada, esa batalla debiera ser feroz.
Y es que los kilos de más pueden derivar en enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, problemas respiratorios por fatiga, trastornos digestivos, piedras vesiculares, y perturbaciones psicológicas como la falta de autoestima.
De hecho, un estudio de la Brigham Young University en Estados Unidos señala que las personas obesas faltan a sus puestos de trabajo de un 40 a un 100 por cien más que el resto. De ahí que algunas empresas hayan decidido fomentar buenos hábitos alimentarios entre sus empleados, mediante la implantación de menús especiales en los lugares de trabajo.
Para ayudarlas a ejecutar esta tarea, entidades como Mas Vida Red han desarrollado planes que incluyen la canalización de menús especiales para empresas, conferencias sobre nutrición o la presencia de un endocrino en el lugar de trabajo.
Algunas de sus empresas clientes, como Procter & Gamble, ya ofrecen a su plantilla la posibilidad de comer una serie de platos en los que predominan las frutas y verduras.