Cultura

Montañistas no renuncian a escalar el Everest pese a terremoto y avalancha



    Por Douglas Busvine

    NUEVA DELHI (Reuters) - El montañista Nick Cienski no ha abandonado su meta de escalar los más de 8.000 metros de altura del Everest este año, pese a haber escapado por poco de la enorme avalancha producida por un terremoto que dejó miles de muertos en Nepal.

    El deslizamiento provocado el sábado por un seismo de magnitud 7,9 barrió tiendas de campaña, provocó muertes y abarcó grandes distancias, pero afectó poco a su equipo, dijo el lunes a Reuters el canadiense por un teléfono satélite desde el campamento base.

    Un día después de ayudar a recuperar los cuerpos de 12 de las al menos 17 víctimas de la avalancha, Cienski se cuestionaba sobre si continuar con su expedición en la empobrecida nación de los Himalayas, golpeada por la tragedia en la que perdieron la vida más de 3.700 personas.

    "Aún estamos viviendo muchas emociones; hace 24 horas estábamos envolviendo partes del cuerpo de personas en bolsas", dijo Cienski, quien hablaba con el fondo del ruido de helicópteros que evacuaban a los escaladores de en dos desde puntos más elevados en la montaña más alta del mundo.

    "Así que por un lado (está) la realidad de eso (...) y por otro, somos montañistas y esto es un poco lo que hacemos", relató. "Y entonces, ¿tiene sentido continuar?", se preguntaba Cienski, un ejecutivo de una firma de indumentaria para exteriores de Estados Unidos.

    Los heridos sobrevivientes de la avalancha fueron bajados el domingo en helicóptero, pero muchos de los más de 300 montañistas extranjeros que buscaban escalar el Everest permanecían en sus campamentos por el momento.

    Phil Crampton, líder de la expedición de equipo Altitude Junkies, con base en Nueva York, dijo el domingo que aún no estaba claro si su grupo se retiraría del campamento base o insistiría.

    Crampton estaba en la montaña de 8.850 metros hace un año cuando una avalancha arrasó la región de Khumbu, provocando la muerte de 16 sherpas (guías), en la que hasta el momento era la peor tragedia de escaladores en el Everest.

    "Pienso que todos vamos a esperar y ver qué pasa", dijo a Reuters por teléfono desde el campamento.

    "No conozco a los equipos que dejaron el campamento base. Creo que algunos equipos bajaron el valle por unos días. Planean volver", agregó.

    El escalador rumano Alex Gavan, quien relató en Twitter la avalancha y sus consecuencias, dijo que había dejado el campamento base del Everest para ayudar en los esfuerzos de asistencia del terremoto.

    "No es momento de escalar ahora sino de ayudar al pueblo nepalí", dijo el lunes en la red social.

    La avalancha del año pasado sólo provocó la muerte de sherpas que, a diferencia de sus empleadores extranjeros, tienen que jugarse la vida a través de peligrosas zonas de Khumbu muchas veces para trasladar equipamiento y provisiones a campamentos más elevados.

    La furia entre los sherpas provocó la cancelación de la temporada de escalada del año pasado y generó promesas de un mejor salario para los guías, que ven una porción relativamente pequeña de las ganancias del negocio del montañismo extremo.

    Este año, la sensación en el campamento base del Everest era que el terremoto y la avalancha no discriminaron entre montañistas locales y extranjeros, por lo que la temporada podría continuar. Entre los muertos había tres estadounidenses y un japonés.