Cultura

Una multitud eufórica recibe a Alemania en Berlín tras ganar el Mundial



    Por Madeline Chambers y Anja Nilsson

    BERLÍN (Reuters) - Casi un millón de alemanes exultantes recibieron a su triunfante selección de fútbol el martes en Berlín, ondeando banderas y vistiendo los colores nacionales mientras festejaban su cuarta Copa del Mundo.

    Cientos de miles de personas esperaban apiñados en la "milla de los aficionados" de Berlín, un tramo de 1,3 kms de la calle que va del oeste de la capital a la emblemática Puerta de Brandenburgo, para una fiesta multitudinaria. Muchos más ocuparon las aceras de las calles del centro por donde pasó el autobús del equipo.

    Los futbolistas bailaron y cantaron en su camino al escenario en la Puerta de Brandenburgo, un símbolo de la Guerra Fría, vestidos con camisetas negras con el número 1, y arrojaron pelotas al público.

    "Sin vosotros no estaríamos aquí. Somos los campeones del mundo", dijo el seleccionador Joachim Löw a los aficionados, muchos de los cuales sostenían pancartas rojas con las palabras "Gracias chicos".

    Aficionados vestidos con camisetas de Alemania, muchos con la cara pintada de negro, rojo y dorado, y algunos con pelucas y pañuelos con los colores nacionales, habían empezado a beber cerveza horas antes de que el equipo tomase tierra.

    "Es un ambiente increíble, no hay nada mejor que esto", dijo Lukas Klein, de 19 años, que condujo toda la noche desde la ciudad de Bremen, al norte del país. Le dijo a su jefe que estaba enfermo.

    Un autobús negro con el techo abierto condujo a los futbolistas, que saltaron, gritaron, saludaron y alzaron la Copa a través de las calles de Berlín en un lento recorrido que duró casi dos horas y media.

    "Estoy muy emocionado por dar la bienvenida a los campeones del Mundial una vez en mi vida. Soy de Alemania del Este y esto es importante", dijo Günther Richter, de 51 años y de Berlín oriental.

    La victoria del domingo por 1-0 sobre Argentina en Río de Janeiro fue la primera vez que la Alemania unificada se proclamaba campeona del mundo, ya que Alemania Occidental había ganado la copa en 1954, 1974 y 1990.

    Un grupo de jugadores llamó la atención al burlarse de los derrotados rivales agachándose y cantando: "Así es como caminan los gauchos, los gauchos caminan así", para luego saltar y gritar: "¡Así es como los alemanes caminan, los alemanes caminan así!".

    El éxito de la selección nacional desde 2006, cuando Alemania organizó el Mundial, es visto ampliamente como algo que ha ayudado a los alemanes a sentirse más orgullosos de su nacionalidad, que la historia había convertido antes en un aspecto incómodo de reconocer.

    Las cadenas de televisión cubrieron su programación con la cobertura y los periódicos dedicaron ediciones enteras a la victoria.

    "¡Esto es lo que se siente con cuatro!", tituló el diario más vendido del país, el Bild, en su portada, con una fotografía del equipo con las manos levantadas. Debajo describió lo que consideró los cuatro atributos del equipo: autoconfianza, unión, fiereza y modernidad.

    Incluso el normalmente sobrio diario económico Handelsblatt llevó a su portada una imagen del seleccionador Joachim Löw, conocido cariñosamente como Jogi, bajo el titular "Modelo Alemania".

    Un rugido se elevó sobre la multitud cuando el avión del equipo sobrevoló la zona, y los seguidores realizaron una cuenta atrás desde 10 cuando la aeronave tocó la pista. "¡El fútbol vuelve a casa!", bramaron.

    El capitán Philipp Lahm fue el primero en descender del avión sosteniendo sobre la cabeza el trofeo que Alemania ganó en la final del domingo, seguido del centrocampista Bastian Schweinsteiger envuelto en una bandera germana.

    "Todos nos vimos aquí en 2006. Pero ahora tenemos la maldita cosa", dijo Schweinsteiger, quien fue marcado con dureza en el partido final y terminó con un corte bajo el ojo izquierdo, a los aficionados en el centro de la ciudad.

    Alemania se llevó la victoria en el minuto 112 de la prórroga con un impresionante gol del suplente Mario Götze, el niño prodigio del país a sus 22 años, que fue recibido como un héroe en el escenario de Berlín.

    "Es un sentimiento increíble. Es un sueño", dijo el futbolista.