Cultura

Los niños se vuelven "obesos delgados" después de un trasplante hepático



    Por Anne Harding

    NUEVA YORK (Reuters Health) - Los niños sometidos a un trasplante de hígado tienen mucha masa de grasa y baja masa muscular varios años después de la cirugía, a pesar de que peso, altura e índice de masa corporal (IMC) sean normales, según publica un equipo de Australia.

    Esos niños "tienen riesgo de ser obesos por la falta de recuperación de masa celular (básicamente, muscular) hasta muchos años después del trasplante", dijo por correo electrónico el doctor Looi Ee, del Hospital Real de Niños en Brisbane.

    "Todos tienen parámetros normales en los controles generales, pero, obviamente, tienen una baja masa muscular y una elevada masa de grasa para la edad. De ahí el término 'obesos delgados': lucen normales/delgados, pero en realidad son obesos".

    La malnutrición es habitual en la insuficiencia hepática avanzada. El peso corporal se normaliza al año del trasplante, pero el crecimiento en altura es más lento y se mantiene por debajo del rango normal, según una publicación en Liver Transplantation del equipo de Ee.

    Los adultos pueden desarrollar obesidad sarcopénica después de un trasplante hepático, pero los autores aseguran que se sabe poco sobre la recuperación de la composición corporal de un trasplante pediátrico.

    Por eso, el equipo recurrió a estudiar el potasio corporal total (TBK, por su nombre en inglés), que es una forma altamente precisa de medir la masa celular corporal (MCC), antes y después de un trasplante hepático en 32 niños. La edad promedio al momento de la cirugía era dos años. Se los volvió a evaluar a los 10 años.

    El equipo detectó una mejoría significativa de la puntuación estándar (Z-scores) para la altura y el peso después del trasplante, mientras que el IMC se mantuvo igual.

    La relación promedio entre la MCC y la altura estaba por debajo de lo normal antes del trasplante y se redujo aún más después del trasplante. La reducción de la MCC fue mayor en los niños más grandes al momento de la cirugía.

    Los resultados se mantuvieron al realizar otro análisis separado del 62 por ciento de los participantes con atresia biliar.

    Para Ee, la baja MCC persistente en estos pacientes podría ser una consecuencia crónica de la malnutrición.

    "Este efecto a menudo se ve en los países en desarrollo, donde convive la malnutrición infantil y la detención del crecimiento asociado con la obesidad en la adolescencia y la adultez ?dijo por e-mail?. Esto se atribuyó a la hipótesis de Barker (la subnutrición perinatal e infantil predice la aparición de la hipertensión, la enfermedad cardiovascular y el síndrome metabólico en la edad adulta). Esta malnutrición temprana en la niñez reprogramaría el sistema que controla los procesos metabólicos a través de alteraciones menores del código genético llamadas 'cambios epigenéticos'."

    Y agregó: "Aún se desconoce si el ejercicio, y en especial ciertos ejercicios, como levantar pesas, mejoraría la composición corporal y aumentaría la masa muscular magra en esos pacientes".

    Con su equipo, Ee está planificando un estudio para conocer si los adultos también tienen problemas de recuperación de la MCC después de un trasplante hepático y si el ejercicio podría restablecer la composición corporal.

    FUENTE: Liver Transplantation, online 12 de junio del 2014