¿Está dejando atrás la humanidad su futuro en el espacio?
Tras realizar su última misión en el espacio el año pasado, el transbordador Discovery llegó el martes al aeropuerto internacional de Dulles, a las afueras de Washington D.C., sobre un 747 de la NASA para pasar a formar parte del Museo Nacional del Aire y el Espacio de Virginia.
Sus hermanos Endeavour, Atlantis y el prototipo anterior Enterprise se expondrán de forma similar en Los Ángeles, Cabo Cañaveral y Nueva York, respectivamente.
"Es difícil escapar a la idea de que estamos retrocediendo", dijo a Reuters Chiao, veterano de tres misiones espaciales y un viaje a la Estación Espacial Internacional en un cohete Soyuz ruso, y que ahora es consejero del grupo Space Foundation.
"Me cuesta incluso pensar en él (el transbordador) en tiempo pasado. Era un gran vehículo".
Ahora que el compromiso de Rusia con el vuelo espacial también parece vacilar y que algunos observadores se preguntan si incluso la poderosa y emergente China podrá hacer frente a sus ambiciosos planes, algunos empiezan a creer que el mundo sencillamente se está rindiendo.
Aunque aún hay esperanzas de que los vuelos espaciales se reanuden en 2017, una vez que se hayan rediseñado algunos de cohetes no tripulados, a corto plazo Estados Unidos depende totalmente de Rusia para el transporte hacia y desde la Estación Espacial Internacional.
La NASA sigue teniendo planes a largo plazo para volver a la Luna, aterrizar en un asteroide cercano a la Tierra y, en último término, llegar a Marte. Pero los veteranos del programa espacial dicen que cada vez es mayor la distancia entre la ambición y los recursos.
"Si preguntas a la gente si la exploración espacial es importante, ocho o nueve de cada diez te dirán que sí", dijo Roger Lanius, conservador del área espacial del Instituto Smithsonian.
"El problema llega cuando hablas de fondos. Ningún presidente o congresista te dirá que va a poner fin al programa de vuelo espacial. Pero toman decisiones que restringen los recursos para hacer cualquier cosa".