Isabel II visita a su marido tras ser operado de corazón
El palacio de Buckingham dijo que el duque de Edimburgo, de 90 años, había pasado una buena noche tras someterse a una operación para desbloquear una arteria, pero al parecer no podrá participar del tradicional intercambio de regalos navideños con la familia real británica el sábado en su propiedad de la campiña inglesa de Sandringham, en el este del país.
El príncipe Carlos, el príncipe Eduardo, el príncipe Andrés y la princesa Ana también visitaron el hospital de Papworth, uno de los principales centros de cardiología británicos, para ver a su padre, que a principios de este año dijo que quería reducir su ritmo de actividades.
"El príncipe Felipe estaba de buen humor", dijo un portavoz del palacio de Buckingham, al referirse a las visitas que había recibido. "Permanecerá en el hospital bajo observación por un periodo corto" , agregó.
El consorte real iba a pasar la Navidad con miembros de la familia como su nieto el príncipe Guillermo y la mujer de éste, Catalina, según la prensa británica, en su propiedad de Sandringham.
El príncipe, conocido por su carácter directo y a veces brusco, ha tenido un agotador año lleno de compromisos incluyendo la boda de Guillermo y Catalina, la visita del presidente estadounidense Barack Obama, y un viaje a Australia.
El próximo año no sería distinto, debido a que Isabel celebrará los 60 años en el trono británico.
Felipe, que se casó con Isabel en 1947, fue trasladado el viernes al hospital de Papworth, situado en Cambridge, al este Inglaterra.
"El duque de Edimburgo tenía una arteria coronaria bloqueada que le causó dolores en el pecho", dijo el palacio en un comunicado. "Fue tratado con éxito por medio de un proceso mínimamente invasivo usando un stent", añadió.
A pesar de su edad, Felipe ha gozado en general de buena salud y ha seguido con una atareada agenda de obras benéficas y compromisos sociales.
Nacido en la isla griega de Corfú en 1921, sirvió en la Marina británica antes de casarse con Isabel en 1947. Tienen cuatro hijos, entre ellos el heredero al trono, Carlos.
El príncipe no tiene un papel establecido. En privado se le considera la cabeza indiscutible de la familia, pero el protocolo le obliga a pasar su vida pública un paso por detrás de su esposa.