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Volkswagen reúne de urgencia a sus filiales


    Iván Gutiérrez (Barcelona)

    El grupo automovilístico Volkswagen ha hecho una llamada de emergencia a sus espadas mayores en su sede central de Wolfsburg (Alemania). El escándalo de las manipulaciones en motores diesel del fabricante alemán se agrava a medida que pasan los días, ayer la compañía anunciaba en un comunicado que también habría motores gasolina afectados por el trucaje.

    Por lo que no solo habría "irregularidades" en cuanto a emisiones de dióxido de nitrógeno (NoX), sino que también habría 800.000 vehículos que emiten una cantidad excesiva de dióxido de carbono (CO2). Este anuncio ha provocado que el nuevo presidente de la filial española de Volkswagen, Luca de Meo, haya tenido que suspender su ponencia en el XXX Encuentro de la Automoción que se celebra en la escuela de negocios IESE de Barcelona para poder atender a reuniones "al más alto nivel".

    El anuncio lo ha hecho el presidente de la asociación de fabricantes de vehículos, Anfac, José Luís López-Schümmer en presencia del conseller de Empresa y Empleo, Felip Puig. Una ausencia muy marcada puesto que la presencia del consejero delegado de Seat era muy esperada tras sustituir a Jurgen Stackmann hace unas semanas.

    Las ayudas del estado, en el aire

    El nuevo caso de motores fraudulentos en coches gasolina no es cuestión baladí, puesto que el ministro de Industria, José Manuel Soria, aseguró que no reclamarían las ayudas PIVE otorgadas a Seat ya que las emisiones no afectaban a las emisiones de dióxido de Carbono (Co2), sólo a las de dióxido de nitrógeno (NoX).

    Pero este comunicado pone en aprietos al ministerio de Industria que había reiterado que mantendrá su apoyo a Seat para mantener los puestos de trabajo. Por lo pronto, en Seat no se renovarán a los 440 trabajadores temporales que finalizan sus contratos entre noviembre y el próximo junio. En el encuentro celebrado en IESE, el conseller de Empresa, Felip Puig, volvió a lanzar un mensaje de confianza a Seat para reafirmar el apoyo de la Generalitat a sus factorías automovilísticas (Seat y Nissan).