Davies vuelve a Donostia con una sinfonía cinematográfica, "Sunset song"
Basada en la novela del mismo título del escocés Lewis Grasicc Gibbon, con guión adaptado por el propio realizador, "Sunset Song" es un relato intimista sobre la esperanza, la tragedia y el amor al inicio de la I Guerra Mundial, ha explicado Davies, tan cordial y educado como siempre, en una rueda de prensa tras la proyección de la cinta.
"Tenía muchas ganas de hacer esta película, de hecho -ha comentado a preguntas de los periodistas reunidos en el Kursaal- vi la versión televisiva en capítulos en 1971, cuando tenia dieciocho años; cada domingo -recuerda- esperaba para ver el nuevo episodio de la BBC. Entonces no pensaba ni de lejos en hacer algo como esto".
Entonces, Davies (Liverpool, 1945), solo era contable en una oficina londinense.
Protagonizada por Agyness Deyn, Kevin Guthrie y Peter Mullan, que como director ganó la Concha de Oro hace cinco años con "Neds", la película tiene influencias de un pintor que Davies no conocía, un danés, pero que le recordaba mucho a su amado Veermeer.
"Tenía la quietud de este pintor, que es uno de mis favoritos, pero con luz del norte", ha señalado para explicar los bellísimos planos que acompañan a los protagonistas.
Con una Escocia de principios de siglo retratada tal cual era, después de interpretar muchas fotos de ese periodo, Davies afirma que "Sunset Song" no es una película política, a pesar de que se hable varias veces de socialismo, ni él es un "director político".
"Lo importante -añade- es la historia, yo soy socialista y demasiado emocional para meter eso en mi película. Hablo de cómo estas vinculado a la tierra y de cómo esta vinculación te cambia a ti".
Ambientada en una pequeña comunidad rural al norte de Escocia, "Sunset Song" sigue la historia de una familia de granjeros, los Guthrie.
A través de los ojos de la hija mayor, Chris, una joven soñadora y adelantada a su tiempo, el espectador se adentra en el drama que azota a su familia, atemorizada por un padre de carácter violento e ignorante (Mullan), pero también en una historia de amor en los albores de la guerra mundial.
"La revolución nunca llegó a Gran Bretaña. Yo no me siento un animal político; me importa más el paisaje, ver cómo cambia Chris Guthrie, el perdón, la esperanza", porque entonces, insiste, "estar desesperado era más importante que cualquier dolor", explica el creador de cintas de culto como "Voces distantes" (1988), "La biblia de neón" (1995) o "La casa de la alegría" (2000).
El actor que interpreta al marido de Chris, Kevin Guthrie -curiosa casualidad con los apellidos de los protagonistas de ficción del libro-, también en San Sebastián, apuntó que, en su opinión, la cobardía de la que hace gala su personaje "tiene que ver con el amor y no con la política".
"Como escocés ya conocía la novela -explica-, en Escocia la estudiamos en el colegio, es un clásico, pero en mi opinión, una obra muy subestimada (...) pero cuando leí la versión de Terrence supe que era la más hermosa que había leído nunca".
Para el escocés, su personaje es "víctima de su tiempo, un hombre incapaz de articular lo que le pasa, es un hombre de la tierra, qué no sabe cómo trasladar su sentimientos".
Además, la película ha sido rodada en 65 mm, para "garantizar la profundidad, la claridad y el impacto emocional en la pantalla", con el paisaje de como un personaje en sí mismo.
Por Alicia G. Arribas