El agravamiento del conflicto costará a Cataluña 6.000 millones solo en 2018
José Luis Bajo Benayas
La Autoridad Fiscal estima, en un escenario de más tensión, un PIB apenas por encima del 0%. Si el conflicto cesa ahora, el impacto será de 7 décimas para la autonomía y de 4 para España.
Si el Banco de España había advertido el jueves de que Cataluña podría adentrarse el próximo año en una recesión si no cesa la incertidumbre, ayer fue la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) la que dibujó su escenario previsto para esta comunidad autónoma. Y lo hizo para avisar de que si el conflicto cesa ahora el impacto será menor, de 4 décimas para el conjunto de España y 7 décimas para Cataluña. Por contra, si en 2018 continúan los problemas, el coste será de 1,2 puntos de PIB para España y nada menos que 2,7 puntos para Cataluña, el equivalente a casi 6.000 millones de euros.
Aquella comunidad autónoma continúa siendo, a día de hoy, la primera del país por riqueza, con 211.000 millones de euros, según los datos más recientes. Su crecimiento, del 3,6 por ciento interanual, es uno de los más altos entre autonomías, y le llevaría a bordear a finales de este año un PIB de 220.000 millones. De ahí que un impacto de 2,7 puntos el próximo año le podría restar nada menos que 6.000 millones de riqueza, una factura demasiado cara en un momento en el que ni por mucho sus variables macro han vuelto a ser las que eran antes de la crisis económica.
En su análisis, publicado ayer, el organismo que preside José Luis Escrivá insiste en que el deterioro de la economía catalana se va a producir a través de una doble vía. Primero, por un componente común de "aumento de incertidumbre que afectaría al conjunto de la economía española"; y segundo, por un "shock idiosincrático propio sobre la actividad económica de Cataluña" que debería sumarse al primero. Y luego, al margen, está por ver si el efecto es mayor o menor en función de lo que dure el conflicto.
En ese sentido, AIReF asegura que su escenario central parte de la base de que el "shock político e institucional en Cataluña tendrá una resolución a corto plazo", y tiene en cuenta que las autonomías percibirán los recursos del sistema de financiación comunicados en julio, cercanos a 4.000 millones de euros. En ese caso, los dos meses largos de problemas entre el cesado exGovern y las instituciones nacionales apenas se cobrará cuatro décimas de crecimiento al país; y siete a la comunidad autónoma, que tampoco tendría que lamentar en exceso por sus ingresos y gastos (estos se verían recortados en menos de una décima, 2.200 millones).
Sin embargo, los acontecimientos pueden ser distintos. Si el conflicto se prorroga, el impacto tenderá a ser mayor. "La prolongación en el tiempo de la inestabilidad política e institucional daría lugar a impactos negativos crecientes. La materialización de estos riesgos puede llegar a representar una caída de hasta -2,7 puntos en su máxima extensión, con un crecimiento real cercano a cero", manifiesta la Autoridad Fiscal.
Hay que tener en cuenta a este respecto que, si bien el PIB catalán está avanzando a un ritmo del 3,6 por ciento, según datos que la propia AIReF divulgó ayer, el avance de 2018 es sustancialmente menor, por debajo del 3 por ciento, en línea con el que se esperaba para el conjunto de España antes de que se desatara la crisis (del 2,7 por ciento). Por ello, el organismo cree que si finalmente se pierden esos 2,7 puntos de crecimiento, el PIB subirá a un nivel "cercano a cero".
El déficit, otro problema
Hace una semana el organismo presentó los rasgos básicos de los Presupuestos elaborados por las comunidades autónomas para el próximo año y consideró factible el cumplimiento global del 0,4 por ciento de déficit fijado por el Ministerio de Hacienda. Sin embargo, dejó al margen la situación particular de Cataluña, pues aún no se conocían parámetros macro posteriores al inicio del conflicto -que puede situarse a comienzos de septiembre, con la aprobación en el Parlament de la Ley de Transitoriedad-.
Ahora, conocido el dato de PIB nacional del tercer trimestre; así como el de empleo del mes de octubre, difundido ayer mismo, la Autoridad se ha atrevido a pronosticar que el procés también puede impactar de lleno en el desvío presupuestario.
"En términos presupuestarios, un shock amplificado en línea con episodios recientes, y dilatado durante todo el ejercicio 2018, podría llevar un efecto en los ingresos propios y en la evolución del gasto de hasta 4 décimas de PIB", explica el informe, achacando 2 décimas por el shock común y 2 décimas adicionales por la crisis idiosincrática catalana. Ese casi medio punto adicional sumaría al déficit 880 millones de euros y lo llevaría al entorno del 1 por ciento, más del doble del límite que exige el Ministerio que comanda Cristóbal Montoro.
Hay que tener en cuenta a este respecto que, en un estudio precedente, AIReF ya advirtió de que una crisis institucional que se prolongase en el tiempo también impactaría de lleno en las finanzas españolas: en el peor de los escenarios, el desvío pasaría del 2,3 por ciento previsto a otro mayor del 2,7 pro ciento. Mezclando así ese doble impacto, España podría tener graves dificultades para ceñirse a las metas que pactó con Bruselas en su momento, del 2,2 por ciento.
En cualquier caso, el organismo que preside José Luis Escrivá recuerda que el último problema adicional llega de la mano del Gobierno, que aún no ha presentado el anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2018. La mayor o menor posibilidad del cumplimiento de déficit por parte de Cataluña vendrá motivada también por si recibe la financiación anunciada por el Gobierno en julio; o si, por contra, ve menguada la cantidad en caso de prórroga presupuestaria o adecuación del escenario al menor crecimiento previsto.