Junqueras audita los datos fiscales que controla la Hacienda catalana
- Busca demostrar la legalidad de sus bases y desmentir a Vidal
Iván Gutiérrez (Barcelona)
A Oriol Junqueras le crecen los problemas. Si el reto de crear una Agencia Tributaria no era menor, este proceso que llevaba tan discretamente saltó por los aires hace unas semanas.
Las palabras del exjuez Santiago Vidal, en ese momento senador de ERC, asegurando que se estaban creando bases de datos fiscales con métodos que no se ajustaban a la legalidad, han generado un problema que el vicepresidente quiere atajar de raíz. Tanto él como el secretario de Hacienda, Lluís Salvadó, aseguran que "nunca" se han salido de la legalidad.
Es por esta misma razón que la Conselleria de Economía ha iniciado una auditoría que llevará a cabo la Autoridad Catalana de Protección de Datos. Este proceso de inspección lo llevarán a cabo tres auditores de este órgano y durará un mes aproximadamente. Salvadó también instó a que si la Agencia Española de Protección de Datos quiere verificar las bases fiscales "no tenemos nada que esconder".
De hecho, Salvadó desveló que la reacción por parte de la Hacienda española ante las declaraciones de Vidal fue de burla, ya que creen que "es imposible que alguien haya entrado a sus datos, que tienen una vigilancia muy fuerte".
La Agencia Tributaria Catalana ya tiene una base de datos lista para recaudar los impuestos cedidos, puesto que "hemos recabado datos durante los últimos 30 años, y los hemos cruzado con otros para que sean fidedignos", apuntó Salvadó.
En ese sentido, también se han eliminado datos que estaban repetidos o desfasados, con la supresión de 5,33 millones de registros y cuentan con una base de 7,4 millones de contribuyentes.
Inicio progresivo
Las fuentes de datos con los que trabaja la Generalitat son el catastro, ficheros de ITV, escrituras de viviendas, pólizas y defunciones, entre otros. La Hacienda catalana iniciará la transición de su modelo actual al que prevé gestionar la Cataluña independiente en julio.
Será entonces cuando activará un nuevo sistema informático llamado e-Spriu que comenzará gestionando el impuesto a las bebidas azucaradas. Progresivamente, se irán añadiendo nuevas tasas, sobre todo los últimos aprobados, como el que grava las emisiones de CO2 de los vehículos.