Cataluña

Instrumentos de impulso a la I+D+i catalana del sector agroalimentación

  • Por: Ana García Rosado, Consultora Senior en Financiación de la Innovación en Alma Consulting Group Sector Alimentación y Bebidas
Ana García Rosado, Consultora Senior en Financiación de la Innovación en Alma Consulting Group


La Industria Agroalimentaria es sin duda uno de los sectores estratégicos para Cataluña, representado un 3,7% del PIB catalán y un 17,8% del PIB industrial. Cuenta con 3.600 empresas que durante el tercer trimestre de 2014 emplearon a 93.000 personas, según el Instituto de Estadística de Cataluña. Asimismo, los datos de 2014 de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), indican que Cataluña invierte 473 millones de euros en agroalimentación, siendo claramente un referente en dicha industria.

La posición líder que ocupa la industria alimentaria catalana con respecto al resto de Comunidades autónomas, supone un 23% del total de la cifra neta de negocio y similar porcentaje en lo referente a ingresos de explotación. Barcelona concentra un gran volumen de producción y la mayor parte de la actividad de investigación, innovación e inversión extranjera que genera el sector. El peso y relevancia del mismo quedan también reflejados en: los equipamientos de distribución presentes en la ciudad, como es Mercabarna, uno de los principales clústeres alimentarios del suroeste de Europa en producto fresco, El Puerto de Barcelona con la ZAL, donde hay dedicadas al sector agroalimentación más de 830 ha, con 6 terminales específicas y un tráfico de mercancías de 7,4 millones de toneladas/año, el Consorcio de la Zona Franca, con 61 empresas dedicadas a actividades relacionadas con el sector alimentario, etc.; la celebración de la segunda feria a nivel internacional, Alimentaria, además de acoger otras ferias como la Feria Barcelona Tecnologías de la Alimentación, BTA, que ha tenido lugar recientemente, las numerosas Universidades y Centros de Investigación que trabajan entre otras áreas en Nutrición y seguridad alimentaria; y por último, Barcelona es la sede de la principal asociación de fabricantes y distribuidores (AECOC), con 24.000 asociados.

Desde que a finales del pasado año se constituyó el Consejo Catalán de la Innovación Agroalimentaria para impulsar los planes de formación, transferencia tecnológica e innovación, así como velar por el cumplimiento del Plan estratégico de Investigación, Innovación y Transferencia agroalimentaria de Cataluña 2013-2020, toda la cadena de valor trabaja para ser más competitiva y estar presentes en los programas europeos de I+D+i, captando más recursos.

No en vano, este instrumento ha sido diseñado para aumentar, mediante el impulso de la I+D+i, la competitividad del sector en un mercado global. El objetivo no es otro que hacer de Cataluña, el principal clúster agroalimentario de Europa, catalizador y generador de oportunidades de negocio y desarrollo de la I+D+i en el sector alimentario.

Según los datos del Observatorio de Clústeres Europeos, que analizan más de 250 regiones europeas, Cataluña es junto con la región italiana de la Lombardía, uno de los principales clústeres agroalimentarios de Europa en nº de puestos de trabajo generados y dimensión, de entre los 150 clústeres alimentarios examinados. Asimismo, a nivel español es el mayor clúster alimentario tanto en puestos de trabajo como en superficie. En lo que se refiere a atracción de inversión extranjera, el sector agroalimentario atrajo a Cataluña un 11% de las inversiones totales. Destaca también la actividad de los seis clústeres alimentarios de Cataluña: Industrias cárnicas (con 200 empresas), Acuicultura (con 50 empresas), Vinos y cavas (con 200 empresas), Packaging y maquinaria de alimentación (con 300 empresas), Food Service (con 450 empresas) y Catalonia Gourmet (con 21 empresas).

Para impulsar la internacionalización e innovación agroalimentaria, la clave está en la colaboración público-privada de las empresas y agentes de investigación como son las Universidades y los Centros de Investigación. En este sentido, Cataluña cuenta con seis universidades con grupos de investigación vinculados al sector agroalimentario, donde se desarrolla investigación fundamental, básica y aplicada, así como más de 15 Centros de Investigación que abarcan desde producto, procesos de producción, nuevos envases inteligentes, aspectos medioambientales, nutrición y salud, genética, etc.

Dos de las palancas dinamizadoras del Marco Estratégico del sector pasan por el I+D+i y la Financiación. En este sentido, el organismo que apoya a la empresa catalana para desarrollar proyectos de I+D nacionales e internacionales es ACCIO10, agencia adscrita al Departamento de Empresa y Empleo de la Generalidad de Cataluña. Así, las empresas que comprenden el sector Alimentación y Bebidas pueden contar con ayudas nacionales e internacionales, así como incentivos fiscales para fomentar las actividades de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i). Además de las líneas de financiación nacionales a las que las empresas catalanas han tenido y continúan teniendo acceso a través de organismos como el mencionado ACCIO10, CDTI, MINECO, ENISA..., la Unión Europea sigue apoyando al sector agroalimentario en su programa H2020. Dentro de este Programa, el área de ?Retos Sociales? aglutina la mayor cantidad de fondos con 29.679 millones de euros, de los cuales, 3.851 millones de euros se repartirán en Seguridad alimentaria, agricultura sostenible, investigación marina, marítima y fluvial y Bioeconomía.

Dentro del citado Horizonte 2020, se ha alcanzado un compromiso político para que al menos el 20% del presupuesto de los Retos Sociales y el Liderazgo en Tecnologías Industriales y Facilitadoras (LEIT) vaya a las PYMEs, lo que supone que éstas recibirán 7.600 millones de euros que se repartirán de la siguiente manera:7%, a través del instrumento PYME, empezando en un 5% en 2014-2015 y alcanzando un 7% de media a lo largo de Horizonte 2020 (en total, aproximadamente 2.700 M ?); 13%, a través de las estrategias que tenga cada Reto o Tecnología de involucrar a PYMEs en sus proyectos colaborativos ?normales?, ya sea con convocatorias SME-targeted o con topics más o menos relevantes para que las PYMEs participen en proyectos.

Otra de las fuentes de financiación directa de la innovación provienen del Real Decreto 475/2014 sobre bonificaciones en la cotización a la Seguridad Social del personal investigador, que recupera el incentivo por el cual las entidades cuyos trabajadores con dedicación en exclusiva a actividades de investigación y desarrollo e innovación tecnológica (I+D+i), pueden obtener una bonificación del 40% en las aportaciones empresariales a las cuotas de la Seguridad Social por contingencias comunes. El incentivo mantiene además, la compatibilidad con otras ayudas para pymes innovadoras y amplía el ámbito al régimen de deducción fiscal por actividades de investigación y desarrollo e innovación tecnológica.

En cuanto a incentivos fiscales, las empresas innovadoras catalanas del sector pueden optar a las deducciones fiscales en el Impuesto de Sociedades. A día de hoy, son el principal recurso externo que utilizan las empresas para financiar la I+D+i. Sin embargo, debido a la actual situación económica desfavorable son muy pocas las empresas que obtienen un retorno fiscal sobre estos incentivos. Hasta el año 2013, la normativa fiscal delimitaba su aplicabilidad a tener beneficios, a pesar de que permitía generar un crédito fiscal de varios años para aquellas empresas innovadoras que no disponían de cuota suficiente para aplicarse estas deducciones.

Tras la aprobación de la Ley de apoyo a los emprendedores y su internacionalización en 2013 se brindó la posibilidad de beneficiarse de forma más directa de estos incentivos fiscales, acelerando el periodo de retorno de la inversión en I+D+i. Uno de los puntos clave de esta nueva reforma fue la eliminación de las restricciones anteriores a la aplicación de las deducciones fiscales por I+D+i, posibilitando a las empresas poder aplicarse la totalidad de la deducción generada con un descuento del 20% de su importe hasta dejar a cero la cuota íntegra, quedando excluido el límite de deducciones sobre dicha cuota íntegra.

Todos estos instrumentos de apoyo a las empresas innovadoras son de vital importancia para fomentar la I+D+i en el sector Agroalimentario, a fin de cubrir las necesidades de una sociedad que presenta continuos cambios sociales y económicos. El gran esfuerzo que están llevando a cabo las empresas agroalimentarias pone de manifiesto la importante puesta en valor del sector de Alimentación y Bebidas a través de la innovación. Muestra de ello es que los subsectores que están liderando en términos de facturación y empleo la innovación en la Industria de Alimentación y Bebidas son la Industria Cárnica, de Bebidas, Oleica y Láctea.

Así, los vectores principales de actuación en donde la Industria Agroalimentaria se está dirigiendo en materia de I+D son: los avances en la Genómica, la Alimentación relacionada con la Salud y la aplicación de tecnologías emergentes al sector agroalimentario. El 25% de los nuevos productos que salen al mercado cada año provienen de estas líneas.