Enusa amplía su negocio con la venta de tecnología nuclear a China y Brasil
Grupo Enusa se sube a la carrera nuclear de China y Brasil. La compañía pública encargada de fabricar y suministrar combustible a una veintena de reactores atómicos europeos, ha encontrado en la venta de su tecnología y know-how una nueva vía de negocio en un momento en el que el mercado del uranio en el Viejo Continente se encoge por el cierre de los reactores alemanes.
En 2013, la compañía obtuvo el mejor resultado de los últimos cuatro años en su cifra de negocio, al alcanzar los 437 millones de euros, un 51 por ciento más que en el ejercicio anterior. La razón fue la coincidencia en la recarga de varios de los reactores españoles y europeos a los que suministra.
Esto llevó a que la fábrica de combustible nuclear de Juzbado, en Salamanca, alcanzase una producción "histórica" de 351,5 toneladas de uranio, todo un reto al que Enusa ha sabido dar respuesta pese a que la empresa no ha sido ajena a un ambiente de crispación laboral por los recortes sufridos por los empleados públicos.
La principal actividad de Grupo Enusa es el aprovisionamiento de uranio y la fabricación de combustible nuclear para las centrales españolas y europeas, además de servicios de ingeniería de apoyo para el manejo y optimización del material radiactivo y de los residuos que generan. Junto a eso, a través de su participada Emgrisa, se ha especializado en la descontaminación de suelos.
El pasado año la compañía siguió apostando por la mejora de la eficiencia y la búsqueda de nuevos mercados ante un escenario marcado por "la parada temporal de los reactores japoneses, el anunciado cierre progresivo de las centrales alemanas, la incertidumbre de construcción de nuevas centrales en el entorno europeo y el exceso de capacidad de fabricación de combustible", según reconoce en su memoria corporativa.
Garoña trastoca los planes
En España, Enusa reconoce el impacto que pueden tener en la actividad la aplicación de las nuevas tasas asociadas a la generación de origen nuclear y a la producción de combustible gastado y admite que la parada de Garoña va a trastocar sus planes de producción en 2014. La compañía que preside José Luis González estima que el reactor burgalés, que ya ha solicitado licencia de renovación, tardará en producir energía eléctrica entre uno y dos años, siempre que finalmente se reabra.
En este contexto, y dado que el transporte de combustible nuclear no es intercontinental, la empresa participada por la Sepi y el Ciemat ha apostando por la internacionalización de su tecnología y know-how, la diversificación de actividad con la entrada en el negocio del transporte de residuos nucleares y el impulso a las actividades de descontaminación de suelo a través de su participada Emgrisa.
En el primer caso, Enusa ha puesto los ojos en China, una vez que el gigante asiático ha reiniciado su programa de construcción de centrales y en el que se prevé que en el año 2020 haya 58 gigawatios de potencia nuclear en funcionamiento y otros 30 en construcción, lo que confirma su liderazgo en el campo de la energía atómica.
Los primeros resultados de esta apuesta ya han llegado y Enusa va a exportar la tecnología desarrollada en equipos de inspección en la fabricación de combustible tanto a la central china de Yibin como a la brasileña de INB.
Para el futuro, la compañía incidirá en el establecimiento de alianzas con los países emergentes como, además de China y Brasil, Argentina e India. En este sentido, la compañía reconoce que están en marcha múltiples negociaciones para extender estas actividades de exportación de equipos y tecnología propia desarrollada por Enusa.
Otra área sobre la que se va a centrar Enusa es en el desarrollo del negocio que pueda generar el futuro almacén de residuos nucleares, conocido como ATC. La compañía está dando soporte a Enresa en el diseño y futura construcción de las instalaciones que estarán ubicadas en el municipio de Villar de Cañas (Cuenca). En este sentido la empresa está desarrollando nuevas capacidades en el área de logística asociada al transporte de combustible gastado y en la realización de planes de vigilancia radiológica y ambiental relacionadas con el futuro ATC. Este proyecto es muy importante para Enusa dada la repercusión que puede tener a nivel internacional su construcción, pionera a nivel mundial.
En el área medioambiental, otro de los de mayor desarrollo de la compañía, su filial Emgrisa ha conseguido un contrato para la descontaminación de suelos en Kuwait que, por su envergadura, abre la posibilidad a nuevos contratos. Igualmente, hay importantes perspectivas de futuro en el diseño, fabricación, puesta en marcha y operatividad de plantas de descontaminación de suelos para diversos clientes del sector del petróleo en países como Perú, Chile y Argentina.
Junto al avance internacional, Enusa mantiene en casa su prestigio.Las eléctricas Endesa Generación, Gas Natural Fenosa e Iberdrola, propietarias de los cinco reactores tipo PWR, han vuelto a confiar en el fabricante español y han cerrado un contrato para el suministro de cuatro recargas para cada uno de los cinco reactores, un compromiso a largo plazo que asegurará carga de trabajo a Juzbado hasta 2020.
Enusa tiene en plantilla a casi 600 trabajadores entre Madrid, donde se encuentra la sede social, la fábrica de Juzbado y el Centro Medioambiental de Ciudad Rodrigo.