No se puede hacer peor
Otro día aciago. El ministro de Economía, Luis de Guindos, quiso sacudirse las críticas de la última reforma financiera, en la que se le acusó de quedarse corto con las provisiones impuestas al sector financiera con una reestructuración ejemplarizante para Bankia. En su afán por mostrar que está dispuesto a llegar hasta el final aceptó la cifra puesta sobre la mesa por Goldman Sachs sobre las necesidades financieras de la entidad. Nada menos que 19.000 millones de euros. Además, descartó la conversión de preferentes en capital para no dañar a los ingenuos inversores que las adquirieron pensando que eran despósitos a plazo fijo. La cifra, sumada a los 4.500 millones inyectados a BFA, da la asombrosa cantidad de 23.500 millones. Los mercados no han tardado en hacer números, como advertí el sábadoen mi tribuna semanal de elEconomista. Se preguntan de dónde saldrán los 50.000 millones que España puede necesitar para su banca sin una intervención del país. La prima de riesgo se disparó el lunes por encima de los 500 puntos y Economía se replantea recapitalizar la entidad mediante emisiones del FROB, en lugar mediante la inyección de deuda, como anunció el propio Rajoy. El presidente lo empeoró todo: negó que la banca tuviera un problema financiero grave, desvinculó la subida de la prima de riesgo de Bankia y un sinfin de barbaridades, que el mercado no compró. Creo que el ministro de Economía se pasó de frenada, como se suele decir literalmente. Las necesidades de capital estimadas estaban en torno a los 10.000 millones, pero se optó por un criterio conservador, de manera que se pasó buena parte de la cartera de crédito a dudoso o subestandar y se pusieron las participaciones industriales a precio de mercado, es decir, para su venta, cuando lo razonable sería seguir cobrando los suculentos dividendos hasta que éstas recuperen su valor de mercado. En definitiva, el Gobierno ha vuelto a meter la pata. El secotr financiero está incendiado y no se ve una salida fácil, porque ahora todos los bancos son sospechosos de precisar dinero extra de Europa. Si España fuera Portugal, ya estaría intervenida.