Fraga
He leído muchos comentarios sobre la muerte de Manuel Fraga, el histórico líder de la derecha, en el que se destaca su franqueza, su verborrea, sus maneras directas, su amor a España y su voluntad de servirla… Sin embargo, creo que existe una faceta del dirigente conservador de la que se habla poco y hoy constituye un ejemplo a seguir. Se trata de su honradez y su austeridad en la gestión del gasto público. Quienes le conocieron en vida y trabajaron codo con codo junto a él destacan que jamás se quedó con un duro del Estado, que llevaba una vida modesta y que presentaba personalmente las notas de gastos, descendiendo hasta los mínimos detalles, como el coste de un café. Ese también es un legado para tanto gobernante manirroto de izquierdas y también de derechas, como hemos tenido en los últimos tiempos. Los dirigentes de su partido deben tomar ejemplo de esta faceta, en vez de llenársele la boca de elogios huecos.