La Casa Real se equivocó
Cuando elEconomista comenzó a publicar en 2006 las primeras informaciones que ponían en cuarentena el patrimonio de Urdangarín, la Casa Real nos aseguró que su interés estaba en preservar a los Reyes y a los Príncipes, que los demás miembros de la familia real no eran de su incumbencia. Esta actitud permitió a Urdangarín seguir con sus actividades sin que la Casa Real se lo tomara en serio. Por mucho que ahora se le quiera apartar de los actos oficiales o decir que no forma parte de la familia, el daño está hecho. La opinión pública sabe que es hierno del Rey y cuñado del Príncipe, todos tenemos cuñados, un comunicado de prensa no puede cambiar esa percepción. Y luego está la Reina, que parece que va por su cuenta, fotografiándose en el Hola con la infanta Cristina y su esposo. Es una pena, porque tanto los Reyes como los Príncipes realizan una importante labor de apoyo a nuestra actividad empresarial, que no es reconocida por el público.