El gasto electoral
Los datos sobre déficit autonómico facilitados por la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, muestran que el gasto electoral se ha disparado en el primer trimestre de este ejercicio. Hasta tal punto, que si proyectamos estas cifras hacia el escenario de lo que ocurriría durante un período de doce meses, sólo la mitad de las comunidades autonómas estaría dentro de los límites marcados por el Gobierno. Por lo que se ve, los dirigentes autonómicos (en su mayoría socialistas) viendo que se acababa el mandato tiraron la casa por la ventana para intentar rebañar algunos votos o, simplemente, para disfrutar de la vida, aunque fuera sólo momentos antes de caer en el precipicio. Los gobierno autónomos (del PP) que han repetido hicieron lo mismo. Creo que ya es hora de apretarse el cinturón, pasados los fastos electorales. Curiosamente, la única que cumple sobradamente en esta ocasión es Salgado, que recorta el gasto público hasta lograr superávit. Pero no echemos las campanas al vuelo. Hay que ver si no ha retrasado pagos y adelantado cobros, como ya ha hecho en otra ocasión. elEconomista lo explicará en detalle en su edición de mañana.