¿Y qué quiere que le diga?
Esto es lo que pasa cuando durante varios años seguidos se gasta sin medida y se tacha a los críticos de antipatriotas, que llega Moody´s y te dice que la perspectiva de la economía es para empeorar, justo en el momento crítico en que necesitas recuperar la confianza para salir del bache. Contaba en mi artículo del fin de semana en elEconomista en papel, que a este paso pronto volverían los rumores sobre una intervención. De nuevo, hemos acertado. En los próximos meses nos queda un vía crucis. Portugal está en la sala de espera para su intervención. En el mundo financiero lo fecha después de la cumbre europea del 24 y 25 de este mes. Merkel y Sarkozy no están dispuestos a ceder un ápice en la ampliación o flexibilización del fondo europeo de rescate. En este contexto, España se queda sin escudo protector. El siguiente de la lista para una posible ayuda europea, somos nosotros. Y la patronal y los sindicatos, entretanto, se niegan a desvincular salarios e inflación, como si aquí no hubiera crisis. Y luego está lo de las cajas. Según el Banco de España, con 15.000 millones más arreglamos el desaguisado. La cifra es tan pequeña, que corremos el riesgo de perder la poca credibilidad que nos queda. Esto va… a peor.