Otro expolio
Los trabajadores de Clesa han denunciado a la Policía que un grupo de directivos acudió a la una de la madrugada a las oficinas de la empresa lechera y se llevaron coches cargados de documentos. La empresa alega que era para preparar el concurso de acreedores. Pero qué sentido tiene acudir de madrugada, cuando se puede hacer a la luz del día. El juez sospecha que puede tratarse de documentación comprometida que la empresa intenta hacer desaparecer. El caso Rumasa comienza a tomar tintes policíacos y los métodos utilizados me parecen más propio de Chicago años 20.