El pacto que parió un ratón

El pacto social, vendido por Rubalcaba como la gran solución a las crisis, es como parir un ratón. Después de leer detenidamente las 38 páginas del acuerdo, uno llega a la conclusión de que, con excepción de la reforma de las pensiones, no recoge medidas de calado. Al contrario, empeora la minireforma laboral, al dificultar el despido objetivo de 20 días de indemnización. En contrapartida, introduce el compromiso de reformar el sistema de indemnización por desempleo antes del próximo mes de junio. Pero ya conocemos las promesas de este Gobierno, que en su mayoría quedan en agua de borrajas. La propuesta de eliminar las cotizaciones a los jóvenes y parados de larga duración si son contratados para empleos parciales queda reducida a 12 meses, lo que hace pensar que, como mucho, puede estimular los contratos temporales para sustituciones en periodos de vacaciones o en tareas agrícolas temporales. En fin, más juegos florales. Eso sí, los sindicatos salvarán su imagen después del estrepitoso fracaso de la huelga del 29 J con una foto junto al Gobierno y la patronal. Parecer que algo cambia para que todo siga igual.

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