Los independentistas no tendrían mayoría
Aunque en el momento de escribir estas líneas no se conocen los resultados definitivos de la consulta catalana, todo apunta a que poco más de dos millones de catalanes fueron ayer a votar. Supongo que la interpretación que mañana hará la Generalitat es que la gran mayoría de esos votantes lo hicieron por la independencia y que representan más del 50 por ciento de las pasadas elecciones autonómicas, en las que la participación alcanzó alrededor del 65 por ciento. Pero ninguno de esos parámetros puede tenerse en cuenta en un referéndum de verdad sobre la independencia. En esta ocasión, no hubo campaña a favor del No, mientras que al Generalitat bombardeó con su voto independentista a través de los medios públicos, además la participación en unas elecciones pro independencia se dispararía hasta el 80 por ciento, como ocurrió en Quebec o en Escocia, con que el porcentaje queda por debajo del 50 por ciento. Falta por ver cuanto de esos votantes se pronunciaron por la independencia, es decir, votaron sí en las dos preguntas planteadas por la Generalitat. Eso no quiere decir que Rajoy no deba tomarse en serio la cuestión y comenzar a negociar una nueva estructura del Estado. Más de dos millones de personas son muchas personas y es necesario dar una respuesta a sus reivindicaciones. El Gobierno tendría un problema si después de la consulta, Mas adelanta los comicios, porque el bloque soberanista obtendría la mayoría absoluta y podría plantear una declaración unilateral de independencia, que tense la situación política hasta niveles insospechados.