Un plan en la dirección contraria

El presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, no quiere perder el tiempo. Aprovechó la primera cita importante después de «la amarga victoria» de las europeas para anunciar un plan de 6.300 millones para impulsar el empleo. ¿De donde vamos a sacar tanto dinero si a la vez tenemos que cumplir el déficit? Cuando se mira la letra pequeña, resulta que casi la mitad la aportará la iniciativa privada (se espera que lo haga) y que del resto, la gran mayoría son medidas ya anunciadas, como el plan de reindustrialización, basado en fondos europeos. Bueno, esto ya me tranquiliza más. En realidad, se trata de poner en orden lo ya anunciado y alguna cosa más. Ya se sabe, el papel lo aguanta todo.

Luego viene la segunda cuestión. Para crear empleo hay que bajar los impuestos al trabajo, como las cotizaciones sociales. Pero no, Rajoy rebajará Sociedades en cinco puntos. Pero no habíamos quedado que el empleo lo crean las pymes, para las que no hay rebajas y que, además, las grandes empresas cotizan a una media del 9 por ciento. En realidad, se trata de la supresión de las deducciones para ir simplificando el Impuesto. ¿Y qué hay del IRPF? Ni mencionarlo. Los ciudadanos seguiremos pagando la subida anunciada por Rajoy hasta la próxima legislatura. En fin, que tendremos que esperar a los detalles, pero me huele a una campaña de promoción, con alguna medida como la cotización a cien euros, que tuvo un éxito dudosos. Espero errar.

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