La lección del Canal de Panamá

Si atendemos a lo publicado hoy por los periódicos, el acuerdo del Canal de Panamá está prácticamente concluido. La Autoridad del Canal (en adelante ACP) acepta la reivindicación más difícil, un nuevo calendario para devolver los más de 800 millones de dólares adelantados al consorcio constructor encabezado por la española Sacyr. Todo queda pendiente de la utilización de un aval de Zurich por unos 400 millones de dólares (290 millones de euros), que la propia aseguradora había ofrecido para desatascar las negociaciones. La conclusión de un acuerdo es una buena noticia para la marca España, ya que en círculos empresariales y diplomáticos ya se había comenzado a criticar la ‘informalidad’ de las grandes empresas españolas. Sacyr presentó una oferta tan ajustada, que la posible desviación de alrededor de 1.600 millones de dólares, puede acabar pasando factura a sus cuentas. El compromiso resuelve el problema de liquidez, pero no garantiza más dinero para la constructora, hasta que se pronuncien los órganos de arbitraje. La firmeza del Canal de Panamá para que se cumpla el contrato sin desviaciones es un ejemplo a seguir por las administraciones españolas en las adjudicaciones de obras públicas.

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