Bien por Fabra
El presidente de la Generalitat Valencia, Alberto Fabra, cerrará Canal Nou, la radiotelevisión de su comunidad autónoma, después de que un juzgado tumbara el ERE, lo que le obligaba a contratar a parte de la plantilla que había ya salido. No me cabe duda que el magistrado ha intentado tomar la decisión más justa y que hay problemas con los procedimientos, porque el nacimiento de estos entes está sustentado en leyes protectoras difíciles de cambiar de la noche a la mañana. A menudo ocurre, como en esta ocasión, que el tiempo se adelanta a los acontecimientos. El modelo de crear una televisión pública por autonomía es insostenible en estos momentos, sobre todo en la Comunidad Valencia, obligada a tomar medidas difíciles para cumplir con su objetivo de déficit. Fabra no puede incrementar la partida destinada a la televisión y la decisión más sensata y racional es la que ha tomado, cambiar la ley para acabar con la televisión pública. Es una medida impopular, pero correcta, que espero que los valenciones sepan entender. Una vez más, la presión sindical, como ha ocurrido en miles de empresas durante las crisis, en defensa de los derechos de los trabajadores, hoy caducos, ha acabado con sus empleos. Han logrado el fin contrario para el que su supone que fueron elegidos. Es necesario defender a los trabajadores, pero también hay que saber medir las fuerzas, para no acabar con éstos.