Nacionalismo ‘made in’ Margallo

Cuando los españoles nos disponemos a disfrutar de unas tranquilas vacaciones, una vez que parece que amaina el caso Bárcenas, la escalada de la prima de riesgo o las trepidantes cifras sobre desempleo sale a escena el ministro de Exteriores para reivindicar los sentimientos nacionalistas más cutres, que él mismo reprocha a otros, como los catalanes. La excusa son los bloques de hormigón lanzados al mar que impiden la pesca de arrastre en Gibraltar. Pero resulta que España hizo lo mismo hace unos años junto a La Línea. Margallo invoca criterios medioambientales, que no denuncia ni Green Peace. Bien está defender lo que es de cada uno, pero montar un numerito nacionalista para subir la moral a costa del Peñón es como apelar a los sentimientos más bajos. No estamos para bromas, ahora hay que concentrarse en salir de esta.

Los comentarios están cerrados.