El doble rasero de Aguirre
Todo nuestro apoyo a la entusiasta propuesta de Esperanza Aguirre de bajar los impuestos cuanto antes, que ayer fue desgraciadamente derrotada en el comité ejecutivo del PP presidido por Rajoy. Miente, además, el presidente cuando recurre a su clásica muletilla, de que no le queda más remedio. Hay muchas otras cosas que pueden hacerse, como suprimir tribunales de cuentas, embajadas autonómicas, ayuntamientos o incluso diputaciones. No voy a insistir en el tema. Aguirre, efectivamente, bajó impuestos durante su mandato, pero no redujo el tamaño de la administración madrileña, sino que duplicó los instituciones frente al Ayuntamiento de Madrid y creó una red hospitalaria, que acabó pesando como una losa sobre la economía madrileña y que su sucesor, Ignacio González, trata de reducir como sea mediante la privatización de la gestión y otras técnicas impopulares. En fin, que una cosa es predicar y otra es dar trigo.