Un ajuste fiscal blandito
Me da risa ver el acuerdo presupuestario en Estados Unidos. Las dos medidas estrella son una subida de impuestos para los que ganan más de 450.000 dólares anuales y un incremento de dos puntos de la Seguridad Social para todos los trabajadores. Es cierto, que aún queda por decidir el recorte de gasto, probablemente en defensa y en las prestaciones sociales, sobre todo de atención sanitarias. Pero comparadas con las subidas de impuestos en España causan sorpresa. Aquí empezaron subiéndonos el IRPF a todos, más a los de mayor renta, luego vieno el IVA, después las tasas escolares y universitarias, luego el copago sanitario, amén de la luz, el transporte y el IBI o las nuevas tasas y retasas como las de basura, que se han inventado los ayuntamientos. En EEUU están preocupados porque un alza de impuestos frenaría su economía y eso que crecen al dos por ciento. En España se decrece al -1,4 y Merkel se empeña en hacernos creer que la única fórmula para salir del bache es recorte y más recorte o austeridad y más austeridad. A la vista de esto, creo que es fácil concluir que en el mundo siguen existiendo ciudadanos de primera y de segunda, es decir, nosotros, los españoles, portugueses, irlandeses y griegos.