Un completo fracaso
La cumbre del eurogrupo puede resumirse en una palabra: un completo fracaso para las aspiraciones españolas. No logramos que la ayuda a la banca sea separada de la deuda, lo que imposibilita un descenso de la prima de riesgo. Además, la supervisión única y la Unión Bancaria quedan sin fecha, lo que incrementa la incertidumbre; nos imponen una supervisión trimestral a todas las magnitudes económicas porque no se fían del déficit. Sólo veo un aspecto positivo, que después de perder seis meses sin acometer los ajustes que había que haber hecho, por fin los haremos, aunque sea por ordeno y mando. España aún no está intervenida oficialmente, pero estamos dando las pasos para conseguirlo en unos meses. Rajoy tiene sólo una baza, este viernes debe presentar un paquete de reformas impresionante, que despeje todas las incertidumbres sobre su capacidad para tomar el control de la economía española. Aún así, tengo dudas de que lleguemos a tiempo para restaurar la confianza que hemos dilapidado tontamente en lo que va de legislatura.